A las actrices les van los micrófonos

Jane Birkin y Serge Gainsbourg lo hicieron bien. Sus genes se enredaron de tal forma que nació Charlotte, esa actriz que desprende un halo de intelectualidad y elegancia allá donde vaya y que ha sido la elegida por Lars Von Trier para protagonizar su último filme, 'Anticristo', que llega este viernes a las salas españolas. Ella es, además, una de las representantes de esa corriente de intérpretes que no sólo actúan sino que también cantan, y que además, lo hacen bien. Desde aquí repasamos algunas de las féminas que, desde la Nouvelle Vague hasta hoy, nos han arrebatado más de un suspiro tanto en la gran pantalla como en el gramófono (o en el mp3, vaya).

Los principios artísticos de la joven Charlotte comenzaron cuando sólo tenía 13 años, aunque si nos creyésemos la leyenda que dice que Birkin y Gainsbourg se lo montaron en el estudio de grabación mientras daban forma al 'Je t’aime… Moi non plus' entre gemido y gemido, podríamos aventurarnos a decir que ésa fue la primera colaboración importante de la francesa en un disco. Por imaginar que no quede.

Lo cierto es que fue Birkin la que animó a su hija a participar en la cinta 'Paroles et musique' en 1984, aunque un año antes ya había hecho una breve aparición en el disco de su padre 'Love on the beat' interpretando a dúo con el genial cantante el tema ochentero 'Lemon incest', del que se realizó un videoclip un tanto ambiguo y algo cochino en el que la pequeña aparece en la cama con Serge —ambos ligeritos de ropa— mientras resuena la frase "El amor que nunca haremos juntos".

Desde entonces la carrera de la bohemia por excelencia —siempre más discreta que su padre— ha sido un goteo constante de trabajos en películas y discos, en general, entre aceptables y muy buenos —en la pasada edición de Cannes fue elegida como Mejor Actriz por su papel en 'Anticristo'—.

Y si fue el autor de la célebre frase "Quiero follar contigo" —petición manifestada en directo en un plató de televisión a Whitney Houston, suponemos que con alguna que otra copa de más encima— el que introdujo a Charlotte en la música, también fue él el responsable de que actrices como Anna Karina o Brigitte Bardot se animaran a afinar sus voces.

De hecho, Gainsbourg compuso y produjo 'Anna', la primera incursión de la bellísima Anna Karina en la música, que por aquel entonces acababa de poner fin a su matrimonio con Godard, y por ende, a sus papeles protagonistas en los filmes del francés. ¿Fue coincidencia que Serge no dudase en ofrecer su talento a Karina cuando ésta recién se quitaba el anillo de casada? Sea como fuere, la carrera discográfica de la actriz —que enamoró a media Europa con sus interpretaciones en cintas como 'Vivir su vida' o 'Band a part'— no terminó ahí.

Hace tan sólo unos años, en el 2000, Karina se dejó seducir —esta vez suponemos que tan sólo profesionalmente— por el músico Philippe Katerine, que compuso especialmente para ella el disco 'Une histoire d’amour', al que seguiría el recopilatorio 'Chansons de Films', un compendio de canciones del cine.

De Brigitte Bardot a Scarlett Johanson

Pero Gainsbourg padre, que irónicamente dijo una vez que "la fealdad tiene algo superior a la belleza: dura más", no dudó en arrimar su talento al de Brigitte Bardot —previa colaboración con la primorosa France Gall y sus 'Sucettes'—, que tras estrenar el filme 'A coeur joie', vivió un intenso y corto affaire con el músico, cuyo resultado fueron los temas 'Harley Davidson', 'Bonnie and Clyde' y 'Je t’aime…Moi non plus', especialmente compuestos para Bardot, aunque sería Jane Birkin quien finalmente llevaría a la fama la célebre orgásmica canción junto al que más tarde sería su marido.

El testigo de esta época tan chic lo ha querido recoger últimamente la actriz Scarlett Johanson con su álbum 'I lay my head', en el que versiona con voz pretendidamente susurrante diez canciones de Tom Waits y que también incluye un tema original. Y aunque a la rubia la experiencia no le ha servido para hacerse un hueco en el mundillo musical, sí que le ha valido para forjarse una imagen un tanto intelectualoide (Sí, escuchar a Tom Waits parece ser lo más entre el star system).

Sin embargo, no a todas las actrices del panorama actual les ha ido tan mal con la música como a Scarlett. Es el caso de la jovial Zooey Deschanel, quien, todo hay que decirlo, nos tiene encandilados. Fue su paso por 'El incidente' —el último batacazo de Shyamalan— el que la hizo mundialmente conocida, aunque su carrera cinematográfica es bastante amplia, y ella no dudó en aprovechar el tirón para dar a conocer el tándem que forma con el músico M. Ward, She & Him. Antes de eso, sin embargo, ya había participado como cantante en alguno de los filmes que protagonizaba, como 'Un puente hacia Terabithia', 'Dí que sí' o 'Elf'.

Si nos preguntamos quién fue antes, si el huevo o la gallina, encontramos el caso de Vanessa Paradis, cuya carrera musical comenzó prácticamente al mismo tiempo que la cinematográfica, aunque parece que la primera ha podido con la última, pese a que hace tan sólo un par de años estrenó la película 'La clef' y anteriormente nos había cautivado en su papel de 'La chica del puente'.

Obviando el caso de Juiette Lewis, a quien parece que siempre le hace falta un buen baño, nos queda mencionar algunas de las actrices españolas que no han dudado en encerrarse en un estudio de grabación, con mejores o peores resultados. Entre las que han conseguido hacerse con un amplio grupo de seguidores se encuentran Nawja Nimri y Leonor Watling con Marlango, que después de varios años en la industria musical ya cuentan con su pequeño territorio dentro de la nación indie. Más escabrosa, sin embargo, fue la experiencia de Victoria Abril y su 'Pucteros do Brasil', que, como muy bien dijo ella, fue "producto de una pasión enterrada y de una afonía de 22 años". Lo cierto es que todos hubiéramos preferido no escuchar su carraspera, pero como anécdota estuvo bien.