El libro "El esquilón de plata" recuerda oficios rurales en la feria de San Bartolomé

Fuenteguinaldo (Salamanca).-  El libro "El esquilón de plata", de la salmantina Salóme Gómez, ha sido dado a conocer hoy en la Feria de San Bartolomé de Fuenteguinaldo (Salamanca), que cada año recuerda los oficios y costumbres campesinas de la segunda mitad del siglo XX.

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Su autora, natural de Fuenteguinaldo y residente en Algeciras, ha explicado hoy a EFE que "este libro recuerda vivencias de oficios ya extintos y también se hace eco de todas aquellas costumbres del mundo rural, hoy en día ya muy desconocidas".

"El esquilón de plata", recuerda en su título a los cencerros que llevaban los bueyes los días en que se recolectaba el grano.

"En la cosecha, los agricultores ponían a sus bueyes los mejores cencerros, para que lucieran con los sacos de trigo que portaban en los carros", ha explicado la autora, que ha recordado una canción típica de la siega: "esquilones de plata, bueyes rumbones, esas sí que son señas de labradores".

Entre las decenas de anécdotas del mundo rural que se recopilan en el libro, Salomé recuerda cómo una vecina suya, cuando era niña en Fuenteguinaldo, hacía calceta, a pesar de ser ciega.

"Era Florencia, 'La Cigarra', que hacía los calcetines para todos los del pueblo".

La calceta era una técnica por la cual se confeccionaban calcetines de lana, que usaban los pastores y labradores que llevaban albarcas, que eran unos zapatos de goma dura muy resistentes para los que tenían que andar mucho y a diario.

Durante la feria de hoy celebrada en la Plaza Mayor de Fuenteguinaldo, los miembros de la Asociación Cultural El Charaíz han recordado antiguos oficios.

Hombres con los burros y las albardas para vender melones, mujeres cantareras que acudían a por agua, gentes que se movían por los pueblos con cestas de gallinas y de huevos para vender e, incluso, antiguos oficios que desempeñaban los labradores en la segunda mitad del siglo XX, donde las caballerías jugaban un papel relevante, se han recordado a lo largo de la jornada de hoy martes.

Además, arrieros de los pueblos próximos a Fuenteguinaldo se han acercado a pie o a caballo, como se hacía antiguamente en la jornada del martes, cuando las gentes acudían para hacer los tratos de ganado.