La taquilla del cine: las cifras y letras del negocio

El cine es un arte, eso es inegable, pero detrás de todo el glamour, premios, críticas y estrenos hay una enorme maquinaria de negocio. Los lunes son días de gran tensión en las empresas cinematográficas y los ejecutivos sudan la gota gorda cuando llegan los resultados de la taquilla. Si algo sale mal, más de una cabeza rodará por el suelo. Cada vez es más frecuente la presencia de artículos dedicados a los resultados de la taquilla, pero sin duda, esta colección de números conocidos como el boxoffice necesitan ser explicados. No todas las enormes cantidades de dinero significan lo mismo, aunque pocos de nosotros las veremos de cerca.

Alex //Berlin _ as+photography (back) (Flickr)

Para entender el cine, hacen falta números.

La realidad detrás de los números

La taquilla es la recopilación de las entradas de cine que se venden. La más habitual en los medios de comunicación es la que corresponde al fin de semana, momento de máxima afluencia en salas. Los artículos dedicados a esto hacen referencia a una serie de parámetros que ayudan a entender las recaudaciones. La tabla de boxoffice que se publica habitualmente indica el título de la película, la distribuidora, la cantidad recaudada, el número de copias, el promedio de dinero por sala, el porcentaje de caída respecto a la semana pasada, el acumulado y el tiempo que lleva en cartel. A partir de este punto, la tabla de las recaudaciones debe verse como un 'universo Matrix' en el que nada es lo que parece.

Lo primero que hay que entender es que las cantidades recaudadas se reparten entre los exhibidores —los cines— y los distribuidores —la película— a un 50/50. El productor ve el dinero después, una vez se haya recuperado la inversión del lanzamiento.

La caída porcentual de una película es la diferencia entre lo recaudado entre la presente semana y la anterior. Este dato indica si la película tiene aceptación entre el público más allá de la presión promocional de su estreno. Cuando un film 'cae' más del 50-55% en su segunda semana significa que la película no interesa en exceso y que se trata de un film de consumo rápido, una especie de 'fast food' cinematográfico. Si la película cae más allá del 55-60% es que la cosa no va bien: el rechazo ha sido elevado y el boca a boca ahuyenta a los espectadores.

El promedio por sala es el dinero recaudado por el film dividido por el número de copias en exhibición. Este valor indica la solidez del estreno: cuanto más alto, más llenas están las salas. Las películas mainstream suelen presentar promedios de entre 5.000 y 8.000 euros por sala, mientras que el cine de estreno limitado muestra cantidades de entre 2.200 y 2.600 euros por sala. Valores por debajo de estas cifra son una mala señal. La razón de esta diferencia es que las cintas comerciales tienen altos gastos en marketing y no permanecen más de 4-5 semanas en cartel, mientras que las 'pequeñas' pueden resistir entre 7 y 9 semanas, con descensos escasos y opciones a tener boca a boca.

La información de las copias en circulación sirve para identificar el tipo de estreno que tiene la película. Más de 350-400 es un blockbuster, de 300-350 es un gran estreno estilo major, mientras que de 200 a 300 copias es un gran estreno estilo distribuidora española. Entre 120 y 190 copias son títulos importantes pero que no están pensados para todos los targets, sino que se centran en atraer o adultos o adolescentes. El resto de estrenos son muy focalizados en públicos concretos y suelen ser los títulos independientes.

Ejemplos varios

'Transformers 2' y 'Ice Age 3' son dos películas mainstream con estrenos parecidos, grandes campañas de promoción pero con resultados bastante diferentes. La primera estrenó con 2,8 millones de euros pero los descensos fueron agudos, más allá del 60% semana trás semana, y teminó con sólo 6 millones de euros. En cambio 'Ice Age 3' se estrenó con 6 millones de euros y un promedio por sala espectacular y hasta ahora lleva más de 20 millones de euros recaudados.

No todos los éxitos tienen que ser de estas dimensiones, y también hay resultados más modestos pero igual de interesantes. 'Déjame entrar' ha sido uno de los sleepers de la temporada, y su distribuidora, Karma, ha quedado más que satisfecha. La película se estrenó con sólo 37 copias pero recaudando más de 4.000 euros en cada una. Actualmente lleva acumulados más de 900.000 euros, con descensos semana tras semana de menos del 20%. En este caso, la inversión promocional fue muy inferior a la de 'Ice Age' o 'Transformers', y la aventura artística saldrá muy rentable.

La información del boxoffice sigue pareciendo irrelevante para mucha gente, especialmente porque está muy lejos del arte y del glamour. Pero lo cierto es que el cine es negocio, con muchos niveles y no siempre con valor económico inmediato. El éxito o el fracaso puede dejar fuera a un gran talento como director, o que un tipo de cine llegue a producirse o que una película nunca se estrene. El 95% de las películas que hay en la cartelera han recibido luz verde porque tiene casting importante, el género o su director están de moda, venden derechos internacionales o encuentran inversiones que aspiran a ganar dinero.

*Pau Brunet es editor y director de la web Boxoffice.es