La esposa de Zelaya regresa a Tegucigalpa

Tegucigalpa.-  Xiomara Castro, esposa del depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, anunció hoy su regreso esta misma noche a Tegucigalpa tras una estancia de tres días en El Paraíso, ciudad cercana a la frontera con Nicaragua.

Castro dijo a la prensa que está regresando hoy a la capital y que mañana continuará "con la estrategia que el presidente quiere", pero advirtió que volverá a El Paraíso, en un nuevo intento por llegar hasta el punto fronterizo de Las Manos, en el departamento oriental de El Paraíso, para reunirse con su esposo.

El viernes pasado, Zelaya vio frustrado su intento de regresar a Honduras por esa zona de la frontera con Nicaragua.

La primera dama viaja acompañada por unos once familiares, entre ellos tres hijos, la madre de Zelaya, Hortensia Rosales, y unas 60 personas más, entre amigos y parientes que le brindan seguridad.

El anuncio de su regreso a la capital lo hizo después de que el depuesto mandatario dijera en Managua, donde hoy se reunió con el embajador de Estados Unidos en Honduras, Hugo Llorens, que había dado instrucciones a su esposa para que regresara a Tegucigalpa.

Castro llegó el martes a El Paraíso, luego de permanecer retenida durante tres días en Arenal y Jacaleapa, en su intento por llegar a Las Manos para unirse con su marido, objetivo que vio frustrado.

El martes, la esposa de Zelaya intentó llegar hasta Las Manos, pero militares y policías se lo impidieron porque quería hacerlo acompañada de unas 1.000 personas, según informó el juez ejecutor Nery Velázquez.

Durante su estancia en El Paraíso, Castro y su familia se hospedaron en un modesto hotel, en torno al cual el Ejército impuso un cordón de seguridad encabezado por el mayor Héctor Lanza, quien hoy reiteró a Efe que su misión era "brindarle la mayor seguridad posible para que nadie intentara hacerle daño".

En El Paraíso, Castro también escuchó ayer, miércoles, a un grupo de empresarios y a un sacerdote católico que le pidieron que se fuera de la ciudad porque su presencia estaba provocando mucha incomodidad a varios sectores.

Castro dijo que desde Tegucigalpa iniciará gestiones para que se suspenda "el estado de sitio, no toque de queda", que el nuevo Gobierno, que preside Roberto Micheletti, por designación del Parlamento, ha decretado en el departamento de El Paraíso.

También repudió el desalojo violento de seguidores de Zelaya que bloqueaban hoy una carretera cercana a Tegucigalpa, que dejó seis heridos y 88 personas detenidas, según la policía.

Castro dijo que desde el 28 de junio, cuando Zelaya fue detenido y expulsado del país por los militares, la noche de ayer fue la primera en la que han "podido dormir tranquilamente", lo que atribuyó a la seguridad que le brindaban sus seguidores.