El jefe militar hondureño visita a las tropas en la zona fronteriza en toque de queda

Tegucigalpa.-  El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Honduras, Romeo Vásquez, visitó hoy a las tropas acantonadas desde el viernes en la región fronteriza con Nicaragua, por donde pretende ingresar el depuesto presidente Manuel Zelaya.

Un portavoz de Vásquez dijo escuetamente a Efe en Tegucigalpa que el alto oficial quería conocer "cómo están los soldados y oficiales que apoyan la misión que está cumpliendo la policía en la zona".

Centenares de militares y policías participan en la "Operación paz y democracia", que incluye una cadena de retenes en la carretera que conduce desde Tegucigalpa hasta el punto fronterizo con Nicaragua de Las Manos, en el oriental departamento de El Paraíso.

Los retenes han impedido que muchos de los seguidores de Zelaya que exigen su restitución en la Presidencia lleguen hasta Las Manos a encontrarse con el depuesto gobernante, quien desde Nicaragua sigue coordinando su plan de volver al país para retomar al poder, pese a que hay una orden de captura emitida en su contra.

Zelaya, al conocer de la visita de Vásquez, pidió al alto mando militar que permita a su madre Hortensia Rosales, a su esposa, Xiomara Castro, y a sus hijos, entre otros familiares, llegar a Las Manos "para abrazarlos", en declaraciones ofrecidas desde Nicaragua a la cadena venezolana Telesur.

El Paraíso sigue en permanente toque de queda desde el viernes, al igual que otros tres sitios fronterizos con Nicaragua en el sureño departamento de Choluteca.

El jefe de la "Operación paz y democracia", el comisionado Danilo Orellana, reiteró hoy a los periodistas que si Zelaya cruza la frontera, "será capturado".

Zelaya fue derrocado el 28 de junio pasado y expulsado del país por los militares, alegando que cumplían una orden judicial por múltiples delitos que se le imputan, entre ellos traición a la patria y fraude.

El mismo día que Zelaya fue depuesto, el Parlamento hondureño lo sustituyó por Roberto Micheletti, quien presidía hasta entonces el Legislativo.

Zelaya pretendía celebrar el 28 de junio una consulta popular orientada a reformar la Constitución, pese a tener una prohibición legal expresa emitida por varios organismos, entre ellos la Corte Suprema de Justicia.

Pocos días antes de ser derrocado, Zelaya anunció el 24 de junio la destitución de Romeo Vásquez por negar el apoyo logístico de las Fuerzas Armadas a la consulta popular que él proponía.

La destitución de Vásquez no se ejecutó porque el poder judicial declaró "ilegal" la orden del ahora depuesto presidente hondureño.