Bakíev arrasa en unos comicios tachados de fraudulentos por la oposición kirguís

Moscú.-  El presidente de Kirguizistán, Kurmanbek Bakíev, ha sido reelegido con una mayoría abrumadora, según los datos preliminares ofrecidos hoy por las autoridades electorales de esa antigua república soviética en Asia Central, resultados que la oposición no reconoce y denuncia como fraudulentos.

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(EFE)

El presidente de Kirguizistán, Kurmanbek Bakíyev. EFE/Archivo

Con un tercio de los colegios escrutados, Bakíev obtenía el 88,9 por ciento de los votos, anunció en una rueda de prensa el presidente de la Comisión Electoral Central (CEC) kirguís, Damir Lisovski, según informó desde Biskek la agenciar rusa Interfax.

En su comparecencia ante los periodistas, el jefe de la CEC explicó que esas cifras corresponden al escrutinio de 969 de los casi 3.000 colegios electorales.

Según Lisovski, el ex primer ministro y abanderado del Movimiento Popular Unido, Azlambek Atambáyev, conseguía el 6,29 por ciento de los votos, mientras que los otros cuatro candidatos a la presidencia no superaban el 2 por ciento.

En los comicios, celebrados en un día laborable, participó el 79,38 por ciento del censo, cifrado en cerca de 2,9 millones de electores, de acuerdo con los datos oficiales.

"Los comicios presidenciales transcurrieron en un clima bastante tranquilo y amistoso", dijo Lisovski al hacer un resumen de la jornada electoral de ayer.

Sin embargo, la evaluación que hizo la oposición de las elecciones presidenciales difiere de la del presidente de la CEC.

"No reconocemos los resultados de las elecciones celebradas ayer; no son legítimas por el elevado número de irregularidades", declaró hoy Atambáyev, quien la víspera, en medio de la votación, anunció la retirada de su candidatura.

Otro de los candidatos, el independiente Zhenishbek Nazaralíev, también declaró que abandonaba la carrera electoral.

La CEC tachó de "ilegal" la renuncia de los dos candidatos y explicó que la ley electoral permite retirar la candidatura sólo hasta tres días antes de los comicios.

La oposición kirguís se negó ya ayer, antes que concluyera la jornada de votación, a reconocer los resultados de los comicios, pero renunció a las manifestaciones de protesta, que fueron prohibidas por las autoridades.

"Durante dos o tres días nos dedicaremos a recabar pruebas de las irregularidades registradas y después decidiremos nuestras formas de protesta", declaró en un mitin uno de los líderes de la oposición, Azimbek Beknazárov, citado por la agencia kirguís Akipress.

Beknazárov anunció la cancelación de un concierto y de una marcha convocados con anterioridad para la noche de ayer en la capital, Biskek, pese a la prohibición oficial, y pidió a los hasta mil partidarios asistentes al mitin que se fueran a sus casas.

La única mujer que participaba en la carrera por ocupar la jefatura del Estado, Toktaiym Umetalíeva, también expresó su disconformidad con los resultados parciales anunciados por la CEC.

"A las autoridades locales les ordenaron poner un tope a mi votación, para que no superara el 4 por ciento", dijo la candidata, citada por la agencia digital 24.kg.

A las denuncias de fraude hechas por la oposición se sumó hoy la ONG Unión de Organizaciones Cívicas (UOC) de Kirguizistán.

"En las elecciones siempre hay irregularidades, pero como las de ayer no se habían producido nunca antes. No fueron elecciones; fue una farsa", afirmó Asya Sasykbáyeva, miembro de la directiva de la UOC.

Según la ONG, las urnas de muchos colegios electorales ya tenían muchos votos dentro antes de que comenzara la votación.

Sin embargo, la misión de observadores de la postsoviética Comunidad de Estados Independientes (CEI) declaró que las elecciones presidenciales en Kirguizistán fueron "libres y transparentes" y que durante su celebración "se observaron los derechos y libertades constitucionales de los ciudadanos".

"Los observadores de la CEI se quedaron con una impresión positiva de la campaña electoral y de la jornada de la votación", dijo en una rueda de prensa el jefe de esa misión, Serguéi Lébedev.