La crisis hondureña continúa y los seguidores de Zelaya ven cerca su regreso

Tegucigalpa.-  La crisis política en Honduras sigue hoy abierta tras fracasar la última propuesta de solución del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, mientras los seguidores del depuesto gobernante Manuel Zelaya se preparan para recibirlo.

Mientras el Gobierno de Roberto Micheletti insiste en rechazar el regreso de Zelaya, pero dice seguir abierto al diálogo, la comisión del depuesto presidente rechazó de plano la propuesta presentada ayer por Arias en San José y dio por fracasado el proceso.

"Ahí no hay nada (...), el diálogo está terminado", dijo hoy a Efe el dirigente campesino Rafael Alegría, miembro del movimiento social que respalda a Zelaya, cuyo regreso, dijo, se espera "mañana" o "el fin de semana" procedente de Nicaragua.

Zelaya, que se espera que hoy mismo comience en Managua su retorno hacia la frontera con Honduras, dijo a un canal de televisión de Argentina que prevé estar el domingo en el país.

Alegría demandó que las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos (OEA) y Estados Unidos "asuman una posición bastante fuerte y presionen de manera contundente al régimen golpista para que repongan en el poder al señor Zelaya".

La OEA suspendió a Honduras como miembro el 4 de julio por la negativa del Gobierno de Micheletti a restituir a Zelaya en la Presidencia.

Para los representantes de Micheletti, la propuesta de Arias supone "un triunfo", porque incluyó aspectos que su Gobierno defiende, como una solución en el marco constitucional y la vigencia de los tres poderes y otras instituciones del Estado hondureño, entre otros, dijo a la prensa el canciller Carlos López.

Destacó que su Gobierno está "siempre abierto al diálogo" y a "enfrentar cualquier tipo de situaciones", aunque reiteró su rechazo a la reinstalación de Zelaya porque, aseveró, está sometido a la Justicia y el Ejecutivo no puede detener el proceso.

Arturo Corrales, miembro de la comisión de Micheletti en el diálogo, subrayó que "no puede ser" que haya "una Constitución para Honduras y una Constitución particular para don Manuel Zelaya Rosales", ni "una Corte Suprema de Justicia para todos los hondureños y una especial" para el presidente depuesto.

Zelaya fue expulsado del país por los militares el 28 de junio, cuando el Parlamento designó en su lugar a Micheletti, hasta ese día jefe del Legislativo, ambos del gobernante Partido Liberal.

El Gobierno de Micheletti sostiene que los militares actuaron por un mandato del Poder Judicial, a petición del Ministerio Público, porque Zelaya violó la Constitución al convocar una consulta que iba a celebrarse el 28 de junio para promover una Asamblea Constituyente, proceso que había sido declarado ilegal.

El ex canciller Guillermo Pérez-Cadalso comentó a la prensa que la comisión de Zelaya rechazó la propuesta de Arias, aunque establece su regreso, por temor a otros puntos, como la creación de una comisión de la verdad y la verificación internacional.

"Si se les estaba entregando la posibilidad de que el señor Zelaya volviera al poder, ¿por qué asustarse frente a la posibilidad de tener controles?, ¿O es que acaso querían una Presidencia sin controles, autoritaria?", preguntó.

El Frente Nacional de Resistencia contra el golpe de Estado continuó hoy sus medidas de presión para exigir el regreso de Zelaya, con cortes de carreteras en varias partes del país, una huelga de maestros y la paralización en algunas instituciones públicas.

Grupos de seguidores del depuesto presidente han empezado a movilizarse hacia un sector fronterizo con Nicaragua para recibirlo, informó el líder campesino Rafael Alegría.

Al conflicto político se sumó hoy una protesta de unos 200 policías de una comisaría de Tegucigalpa que exigen el pago de un aumento salarial con efectos retroactivos.

Un portavoz del Ministerio de Seguridad dijo a la prensa que en las próximas dos semanas se pagará el incremento y explicó que el retraso se debió, precisamente, a que el Gobierno de Zelaya no dejó un presupuesto, que el Parlamento aprobó hace apenas dos días.

Hizo un llamamiento a la "sensatez y la paciencia" de los policías, a quienes recordó que "su compromiso es con la sociedad".