El fiasco de los duetos latinos

Acaba de darse a conocer que el nuevo single de Alejandro Sanz será un dúo con Alicia Keys, una de las artistas más vendedoras de la actualidad. Sabemos qué ganará él, fans en Estados Unidos, pero nos preguntamos qué ganará ella. Porque no es la primera vez que una gran diva sale perdiendo de un dúo latino de estas características.

La noticia ha llegado desde el blog de Alejandro Sanz (no sabemos si lo escribe él mismo o se lo escriben, pero por favor que alguien corrija urgentemente ese "escojer" de la portada). Allí han aparecido unas imágenes de su nuevo videoclip, y la sorpresa es que junto a Ale vemos clarísimamente a Alicia Keys. A su vez, el Twitter de ella revela al mundo el título de la esperada canción, 'Looking For Paradise'.

La noticia no ha terminado de ser una sorpresa. Se les había visto de fiesta juntos varias veces y los rumores ya apuntaban que el disco de Alejandro Sanz estaría en inglés e incluiría colaboraciones de gente como Roger Sánchez y Beyoncé. De hecho con Beyoncé ya había actuado alguna vez interpretando un tema... ¡de él y no de ella!

Lo que nadie parece explicarles a estas divas es lo cutre de los resultados en general y el escaso prestigio de los cantantes comerciales en España, con una crítica que les pone a caldo o directamente les ignora. Si un español canta en inglés, malo y si el anglosajón lo hace en castellano, los resultados son tan casposos como el disco de baladas en español de Roxette: la mayoría de las veces ni se entiende lo que dicen las canciones.

Madonna siempre ha adorado la cultura latina. 'No llores por mí, Argentina', 'La isla bonita', 'Ya ves', 'Lo que siente la mujer'... Varios han sido los títulos en que se ha animado a incluir alguna frase o la totalidad de la letra en castellano. La cosa tocó fondo cuando al realizar un dueto con un artista latino, en lugar de escoger a alguien a la altura de sus colaboradores conocidos (William Orbit, Mirwais, Timbaland, Justin Timberlake), se decantó por Ricky Martin, en una canción llamada 'Be Careful' que pasó sin pena ni gloria. Y no nos extraña.

Gracias a Dios, Mariah Carey tuvo la decencia de no grabar nada con Luis Miguel, mientras que de la relación de pareja entre Marc Anthony y Jennifer López no está muy claro quién ha salido perjudicado (¿ambos?). La que sí se ha cubierto de gloria ha sido Rihanna. Después de arrasar en todo el mundo con singles tan buenos como 'Umbrella' y 'Don't Stop The Music', a alguien se le ocurrió la brillante idea de juntarla con Bisbal en la canción 'Hate That I Love You', en la que para colmo, se le oye a él antes que a ella. ¿No podría pedir daños y perjuicios? ¿Y Kylie por la costra que supuso interrumpir su reciente concierto en Madrid para interpretar 'Como un lobo' de Miguel Bosé junto a él?

Es habitual que estas colaboraciones se produzcan sin que los artistas se conozcan o incluso sin que se vean. Así lo reconocían Chenoa y Gareth Gates cuando grabaron 'What My Heart Wants To Say' (aunque estos dos finalmente sí coincidieron). ¿O alguien cree que Kate Ryan era fan de Soraya? De ese desconocimiento surge la falta de interés artístico, que curiosamente se traduce también en falta de éxito comercial.

Por lo menos hemos visto juntos a Keys y Sanz en un coche. ¿Se abre una puerta para la esperanza? La verdad es que hay excepciones a la regla. Shakira y Beyoncé triunfaron, quizá porque Shakira ha llegado al número 1 de Estados Unidos por sí sola y se ha quedado a las puertas varias veces de conseguirlo. Es una persona de sobra conocida en este país, por lo que había bastante morbo por saber cómo resolverían su 'Beautiful Liar' juntas y revueltas. O desde un plano más artístico, experimental y menos preocupado por el hit, el bonus track que Björk incluyó en 'Homogenic', 'So Broken', junto a Raimundo Amador. Quería reírse del flamenco y terminó cautivada. Ella sí que tuvo quién le separara un pata negra del jamón york que venden en el Dia.