GLASGOW (ESCOCIA).- A Glasgow se la conoce —como buena ciudad tradicional escocesa— por sus gaitas, por su acento, por el color rojo del pelo de sus habitantes, y por su whisky. Pero Glasgow tiene una comunidad cultural envidiable: músicos, cineastas, actores, y artistas afincados en la ciudad, festivales de todo tipo a lo largo del año, museos de arte, diseño, transporte... También tiene humor en las calles. Cuando pasees, te darás cuenta que hay un montón de carteles anunciando eventos en las mayoría de las paredes, y que en muchos de ellos dice ‘cancelado’. No te fíes, el Ayuntamiento, en lugar de gastar dinero en quitar los anuncios, ¡pone pegatinas para disuadir la compra de entradas! Este es el espíritu de Glasgow: algo raro, pero lleno de buena gente y realmente encantador. La ciudad tiene una talla respetable así que para esta visita corta, y para no perdernos, te recomendamos tres barrios: el City Centre, la Merchant City y el West End.
Vista de la Universidad Kelvingrove.
Glasgow tiene una vida nocturna muy activa, así que si vienes de fiesta la opción de un albergue puede venirte bien. Hay muchos, pero los que he seleccionado como mejor localizados y con más ambiente son el Euro Hostel y el Glasgow Youth Hostel. Para algo un poco más tranquilo y local, puedes ir al Kelvingrove Hotel – donde, según la página web, Muriel, Valerie and Mandy se alegran de antemano de recibirte– o el Rab Ha's, en la Merchant City, en pleno centro de la zona de marcha y con un restaurante exquisito.
Ya sé que la mayoría de nosotros nos informamos de lo que se cuece por internet. Pero con 48 horas que tenemos para explorar la ciudad, y la variada oferta cultural de Glasgow, a veces es mejor saber dónde encontrar la información sin depender del WiFi o de los cibercafés. Los conciertos, exposiciones itinerantes y esos festivales que he mencionado se anuncian en una serie de publicaciones, que normalmente puedes conseguir en los bares y restaurantes de los que voy a hablar. El periódico más famoso es The Skinny, y luego está el What’s On, que se distribuye también por galerías y museos. Como estos dos son gratuitos, desaparecen pronto. En caso de que no los encuentres, compra The List.
Glasgow tiene una gama de restaurantes ovo-lacto-vegetarianos donde se puede comer de maravilla a muy buen precio. En el 13th note, puedes pedir una hamburguesa buenísima por menos de £3. Y con el sabor que tiene la comida (especialmente el Haggis vegetariano), ni echarás de menos la carne. Si no tienes plan, baja a la salita de abajo para un concierto o, si no, cruza la calle hasta Mono. Aquí también encontrarás música y comida vegetariana, pero además, hacen su propia bebida, ¡vino y cerveza incluidos! Si estás en Glasgow algún jueves después de las siete de la tarde, pásate por el 78 donde puedes comer tres platos por menos de £10 mientras escuchas música de los Mungo’s HiFi. Esta noche, llamada Dub ‘n’ Grub, es muy popular, así que es recomendable reservar mesa o llegar pronto.
Si tienes dinero para gastar o algo importante que celebrar, el restaurante Michael Caines en el hotel Abode es de los más exclusivos de Glasgow. Una cena para dos 'à la carte' cuesta alrededor de £125, incluyendo la propina de 12% (que el servicio, impecable y relajado pero a la vez muy atento, lo merece). La muestra de vinos es impresionante y la comida totalmente local. ¡No olvides reservar con cierta antelación!
No te pierdas la vida nocturna.
Ashton Lane es una de las calles más distinguidas de Glasgow, tanto que en Nochevieja solo se puede entrar con ticket. Tiene restaurantes, un cine, y algunos de los mejores bares de la ciudad. El restaurante Ubiquitous Chip tiene tres bares (el Big Pub, el Wee Pub y el Corner Bar) y cuenta con una de las mejores selecciones de whisky que he visto. Cuando vayas a los servicios del Big Pub fíjate en los preciosos murales de Alasdair Gray, artista y escritor local, y en el original restaurante situado en el jardín interno.
Si lo que quieres tomar es té o café debo aclarar que lo que los pubs sirven no tiene de parecido más que el nombre. En Tinderbox puedes beber de todo y tiene un ambiente muy 'cool' y relajado. ¡Pero ojo, que cierra a las 22 horas!
Glasgow tiene muchos parques, casi todos son una delicia y tienen algún encanto sorprendente (como el Victoria Park, que tiene un jardín de fósiles ancestrales). El que yo recomiendo para una visita rápida es parque Kelvingrove, por tres razones principales: situado entre el City Centre y el West End, está en el eje neurálgico de la ciudad; es un parque entretenido, con muchas partes diferentes, flores, árboles, un río (el Kelvin) y algunas de las mejores vistas de la Universidad de Glasgow; y, en caso de que llueva –que lloverá, seguro– puedes meterte al museo Kelvingrove y deleitarte con los animales disecados (incluido un elefante llamado Sir Roger) y las obras de arte, entre las que se encuentra el Cristo de San Juan de la Cruz, de Salvador Dalí. Por cierto, el museo es gratis.
Hellfire boutique, en Queen Street, es el paraíso de los Góticos y los Emos, que normalmente se congregan en las escaleras de la Gallery of Modern Art, situada justo en frente. Hellfire vende de todo, desde colgantes, pendientes, bolsos, pantalones escoceses tradicionales y zapatos de plataforma hasta tutús fluorescentes y ropa de bebé. Para los que quieren algo más especial, la boutique Che Camille está cerca. Allí puedes comprar ropa, accesorios, joyería, lencería e incluso muebles en forma de piezas únicas. Vayas donde vayas no habrá otro modelo igual y puedes fardar de tener algo de la boutique premiada como la más estilosa de Escocia en el 2008.
La famosa estatua con el cono.
A ver si seguís mi lógica: Glasgow tiene al menos tres universidades, por lo que la población consta mayormente de estudiantes. A los estudiantes les gusta la fiesta, por lo que hay muchos bares. La fiesta, a veces, lleva a situaciones absurdas y curiosas. Es por esto que no tengo duda de cual ha de ser la foto del viaje.
Olvídate de los paisajes desde la Necrópolis, o de la Universidad antigua, o de la efigie de Robert Burns en George Square. Lo que tienes que ver es la estatua del Duque de Wellington en GoMA con el cono de tráfico en la cabeza. Por mucho que el Ayuntamiento lo quite, siempre hay alguien valiente —apuesto que un estudiante— que vuelve a ponerlo. Y si te gusta mucho la idea, en algunas tiendas de souvenirs como Papyrus (10 Sauchiehall Street, City Centre), puedes comprarte un cono-sombrero para llevar.
Ir de azul o de verde a un pub de Rangers o Celtic respectivamente. El fútbol y la religión están unidos en Glasgow (Rangers son protestantes, y Celtic católicos) por lo que los colores, las banderas y la ideología deportiva se toman muy en serio. Ni siquiera tengo que comentar cuales son los más conflictivos: lo sabrás por las banderas de su color que suelen poner en las puertas y ventanas...
¿Chocolate rebozado y frito? Atrévete a comer una 'deep fried mars bar' Asómate por las chip-shops alrededor de Sauchiehall Street y mira el menú. Pero cuidado, ¡es mejor compartir, que con las calorías que tiene puedes sufrir mucho en el gimnasio!
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