Todo comenzó por una apuesta de ir al trabajo en bici

Todo comenzó por una apuesta en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo de si iría a su nuevo trabajo en bicicleta en caso de que consiguiese un asiento de eurodiputado. Ayer el checo Edvard Kozusnik, de 38 años, cumplió el reto al entrar en la Eurocámara de Estrasburgo vestido con el estrecho maillot de ciclista después de recorrer subido al sillín 647 kilómetros desde Praga.

ampliar foto

El checo, en su estreno en la Eurocámara de Estrasburgo.

—¿Cómo fue la apuesta que le hizo estrenarse en el Parlamento de esta guisa?

—La apuesta fue con un periodista. Habitualmente acudo a mi trabajo en Praga en bicicleta y un periodista me retó a que viajase al Parlamento de Estrasburgo también en bicicleta si salía elegido como eurodiputado. Le dije que sí.

—¿Y va a seguir acudiendo a la Eurocámara en bici?

—Sí, a mi me gusta utilizarla allá donde puedo. En Bruselas, Estrasburgo o cualquier ciudad.

A este político le encanta la bici para trasladarse al trabajo, sólo que esta vez su despacho le quedaba un poco lejos. Salió de Praga, su ciudad natal, el pasado 2 de julio, desde el Senado donde ocupaba hasta ahora el cargo de director del secretariado del presidente de la Cámara Baja del Parlamento. En 12 días (ver la ruta), ha recorrido 650 kilómetros de carretera hasta llegar a uno de sus nuevos centros de trabajo, la Eurocámara de Estrasburgo, en Francia. Como cuenta, ya desde las elecciones se empezó a entrenar e hizo cerca de 600 kilómetros para poner a punto sus músculos. "Ya hace unos cuantos días que no me duelen los glúteos", asegura en su web.

—Pero la bicicleta no ha sido el único motivo, ¿no es así?

—Existen dos razones más: La primera es que quería promocionar mi grupo político, el 'Europe of Freedom and Democracy'. Y, la segunda, ya que Praga se había retirado de la puja por los Juegos Olímpicos, y Madrid era la única ciudad europea que nos representaba, decidí apoyar la candidatura española. Mi mujer y uno de mis dos hijos son españoles, de Madrid.

—Pues los ciclistas urbanos de Madrid no creen precisamente que esta ciudad merezca ser promocionada con una bici.

—Madrid es una ciudad muy bonita, pero también muy grande. Los lugares de trabajo muchas veces quedan a 20 ó 30 kilómetros. No es cómo Estrasburgo y otras ciudades menos grandes donde hay menos distancia al trabajo.

El eurodiputado a su llegada al Parlamento tras recorrer 650 kilómetros.

—Me da la sensación de que no ha montado mucho en bici por Madrid, ¿no es cierto?

—No, estuve en Madrid en 2002, pero nunca la utilicé allí, pues en aquel momento mi mujer estaba embarazada.

—¿Y no cree que los ciudadanos de Madrid podrían subirse a una bici tanto como en otras ciudades españolas, como Barcelona, si los políticos la apoyasen con mejores infraestructuras?

—Prefiero no entrar en este tema porque no estoy informado sobre las características de sus infraestructuras. No he montado en ninguna ciudad española.

—¿Qué le diría a los políticos que prefieren promocionar el coche a la bicicleta?

—Ir en bici es práctico y relajante. Yo no sólo se lo recomendaría a los políticos, sino a todo el mundo.

—¿Y siempre va vestido con maillot y bici de carretera?

—Para trabajar utilizo una eléctrica porque no hay ducha en el trabajo y debo llevar traje. La de carreras que he utilizado para el recorrido Praga-Estrasburgo es una "Author".

—En el Parlamento Europeo forma parte del grupo europarlamentario de los euroescépticos ¿Cómo se entiende esto teniendo en cuenta su declarada ideología proeuropeista?

—El término euroescéptico está acuñado desde España. Yo me considero eurorrealista, es decir, no estoy deacuerdo, por ejemplo, en política agraria europea. Sin embargo, me considero muy europeista.

Para saber más:

• El blog que relata todo su recorrido desde Praga
• Día nacional de ir en bici al trabajo: cuidado, crea adicción
• La bicicleta en Chicago, rival olímpica de Madrid