El diálogo en Costa Rica divide opiniones en Honduras, aunque confían en Óscar Arias

Tegucigalpa.-  Los hondureños dividieron hoy sus opiniones en torno al diálogo que se instaló en Costa Rica en busca de salidas a la crisis política en el país, aunque coincidieron en expresar su confianza en la gestión de Óscar Arias.

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(EFE)

Los representantes de Zelaya y de Micheletti dieron por concluidos este viernes sus primeros acercamientos sin un acuerdo, pero con la decisión de volver a la mesa de diálogo en una fecha y lugar aún por definir.

Al término de la primera fase de la negociación en San José surgieron voces pesimistas, mientras que otros sectores apostaron por una salida consensuada al conflicto que vive Honduras tras el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya, el pasado 28 de junio.

Los representantes de Zelaya y del nuevo mandatario, Roberto Micheletti, dieron por concluidos este viernes sus primeros acercamientos sin un acuerdo, pero con la decisión de volver a la mesa de diálogo en una fecha y lugar aún por definir.

En sus primeras reacciones, el ex canciller Carlos López, jefe de la comisión de Micheletti, recordó que Arias "ha dicho que estos no son procesos sencillos y que hay que cargarse de paciencia" para llevarlos a "feliz término".

"Las partes tienen que, de alguna manera, buscar puntos de convergencia", pero "siendo Honduras un Estado soberano lo único que se puede invocar aquí es la legislación nacional, su Constitución y sus leyes, y su sistema jurídico", declaró López a la prensa local.

Pese a que distintos sectores y el mismo Arias anticiparon que no habría acuerdos en las primeras jornadas de la negociación, dirigentes políticos y sociales expresaron su decepción ante la "falta de resultados", a la vez que analistas pidieron mantener las esperanzas en la mediación del gobernante costarricense.

"Es muy prematuro dar afirmaciones concluyentes respecto a un diálogo que apenas se ha iniciado", declaró a Efe el analista político y ex candidato presidencial del izquierdista partido Unificación Democrática (UD), Matías Funes, quien consideró que los hondureños se deben "investir" de calma.

A manera de balance de estos primeros contactos, consideró que "queda muy claro" que Zelaya insiste en volver a la Casa Presidencial, en tanto Micheletti no cede.

"Ese es el punto más difícil de resolver", agregó, y apuntó hacia una tercera opción, como un Gobierno de conciliación que organice los comicios generales del próximo 29 de noviembre, o la posibilidad de que se adelanten las votaciones.

Sobre declaraciones de otros gobernantes respecto a la crisis, entre ellos el de Venezuela, Hugo Chávez, opinó que es un problema que deben resolver los hondureños, como en los años 80, cuando, por intermedio de Arias, se firmaron los Acuerdos de Esquipulas.

Dichos acuerdos, suscritos en Guatemala el 7 de agosto de 1987, marcaron el inicio de la pacificación en Centroamérica tras la guerra fría.

En el mismo sentido se expresó el coordinador del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Juan Ferrera, quien reiteró su esperanza en este proceso y rechazó las declaraciones de Chávez, quien advirtió de que el diálogo en Costa Rica "nació muerto".

"Esta es una decisión que debe ser de los hondureños", sostuvo, tras señalar que no considera que el mandatario venezolano "tenga la tranquilidad para juzgar estos diálogos".

Desde la otra orilla, la diputada Doris Gutiérrez, del UD, lamentó que la situación después de las primeras jornadas de acercamiento haya quedado en "ceros".

"Teníamos una expectativa muy alta respecto a lo sucedido en Costa Rica", confesó a Efe, y reiteró que ahora "la situación está igual que cuando se dio el golpe de Estado contra Zelaya".

Marvin Ponce, también diputado del UD, calificó de "histórica" la mediación de Arias, pero advirtió de que, si fracasa, en Honduras habrá "una guerra popular prolongada", a pesar de que, según dijo a la prensa, "pocos creen" que pueda producirse.

La única salida al conflicto es que Zelaya sea reinstalado en el poder, insistió Ponce, en una posición que respaldó Eulogio Chávez, dirigente de los sindicatos de los profesores de educación media, quien opinó que el diálogo "no va a resolver el problema".

Mientras, para el ciudadano común la crisis se ha traducido en incertidumbre, que afecta tanto al vendedor del mercado mayorista de Tegucigalpa, como dueños de negocios en centros comerciales, pues los hondureños prefieren recortar gastos hasta no saber qué sucederá.