Juan Carlos Ferrero se sacrifica

Marbella (Málaga).-  Juan Carlos Ferrero, repescado como quinto jugador (reserva) para el equipo de Copa Davis de España tras la baja de David Ferrer por lesión, se sacrifica y ha pospuesto sus vacaciones para colaborar con el conjunto español que se mide contra Alemania este fin de semana en Puerto Banús.

El ex número uno del mundo, reciente cuarto finalista en Wimbledon, ha aceptado de buen grado el ofrecimiento del capitán Albert Costa, aún sabiendo que más que probablemente no jugará ninguno de los partidos de esta eliminatoria de cuartos de final, a la que vuelve después de septiembre del 2005 contra Italia en Torre del Greco, y tras haber ganado dos veces la Ensaladera, en Barcelona (2000), y Sevilla (2004), y haber sido miembro del equipo que disputó la final contra Australia en Melbourne (2003).

Ferrero es además uno de los cuatro jugadores en activo, junto con los rusos Marat Safin y Mijail Youznhy, y el australiano Lleyton Hewitt, que ha formado parte de un equipo campeón dos años.

En forma, y luchando los puntos, Ferrero se entrenó hoy, mañana y tarde. En la primera sesión, disputando un partido a Fernando Verdasco, y luego formando pareja con Nicolás Almagro para entrenar a los teóricos titulares en el doble del sábado, Verdasco y Feliciano López.

"Es para mi una buena oportunidad, me encuentro en un buen momento de forma, aunque las posibilidades de jugar son bastante difíciles porque los componentes del equipo son todos muy buenos, pero estar de quinto jugador es muy complicado", dijo hoy a EFE el jugador de Onteniente que para acudir a la llamada de Costa interrumpió sus vacaciones y un periodo de recuperación física programado esta misma semana en la que solo tenía en mente su puesta en escena en el torneo de Umag (Croacia)

"Pero estar de nuevo aquí es algo bonito. En Benidorm (contra Serbia), cuando estuve fuera viendo a los otros jugar, lo echaba de menos. Creo que ha sido una decisión acertaba venir aquí, aunque sea para entrenarme, y si en un momento dado tengo que entrar a jugar, mejor todavía", razonó Ferrero, que nada más terminar la práctica se colocó hielo en su muñeca derecha, renqueante durante toda la temporada.

"De mi última eliminatoria disputada recuerdo los nervios, un poco la presión, pero eso también es necesario, sobre todo en Copa Davis. A mi me gusta jugar así, y personalmente me ha ido mejor que mal", comentó Juan Carlos, que no descarta si es llamado de nuevo jugar en la siguiente ronda, si gana España. "Si he venido aquí como quinto jugador, y se me da la cosa de ir, por supuesto que entra en mis planes jugar las semifinales".

Ferrero se quejó de que pocos recuerdan que hace dos años hizo ya cuartos de final en Wimbledon, "parece que la gente se ha olvidado de aquel resultado", dijo, "llegar a esa ronda me ha beneficiado mucho porque he mejorado mucho de ránking y de aquí a final de año podré jugar en todos los torneos. Y es una buena oportunidad para intentar seguir con regularidad, y acabar entre los diez o quince mejores", dijo el valenciano que en Roland Garros, tras su derrota y debido a su mala clasificación, meditó incluso poner fin a su carrera al final de año.

"En Australia estaba mal físicamente, y en París perder aquel partido me dolió mucho. Era un encuentro muy importante, se me escapó y aunque perdí, venía con buenas sensaciones", recordó Ferrero.

El jugador de Onteniente ha sido, como todos los jugadores del circuito, testigo del relevo en el puesto de número uno del mundo, ahora en poder del suizo Roger Federer, a quien considera sin duda el mejor de la historia.

"Para mi, lo es, por la forma en que juega, por los títulos que ha ganado y por los récords que ha conseguido. Jugar 21 semifinales seguidas del Grand Slam, lo ha logrado poca gente", dijo. "Ha ganado los cuatro grandes en todas las superficies, que era lo que le faltaba y para mi, a expensas de lo que haga Rafa (Nadal) en el futuro, es el mejor en la historia".

Ferrero cree que ahora la lucha se ha incrementado. "Está claro que están todos ahí, muy cerca, y más igualado, y eso a la gente le gusta mucho más. Desde fuera se ve que hay más jugadores que pueden estar entre los mejores, y que hay que intentar hacerlo".