Rumba propagandista, sombreros de vaquero y urnas madrugadoras en Honduras

Tegucigalpa.-  A ritmo de rumba con estribillo propagandista y la perspectiva de una madrugada de trabajo para llevar urnas a centros de votación, los seguidores del presidente de Honduras, Manuel Zelaya, se movilizaron hoy para intentar convencer a la población de que participe en la consulta del domingo.

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(EFE)

Un ciudadano se manifiesta en favor de la cuarta urna promovida por el presidente hondureño, Manuel Zelaya en la Plaza Libertad de Tegucigalpa (Honduras).

Lejos de la tensión que hace apenas dos días colocó a Honduras al borde de una ruptura del orden constitucional, pero mantiene al país sumido en la crisis política, cientos de adeptos al presidente hondureño se congregaron esta tarde frente al Palacio Presidencial.

El objetivo, según explicó a Efe Carlos Ríos, administrador de una asociación de taxistas afín al Gobierno, era pasar revista a los coches disponibles para la consulta del domingo y concretar los preparativos de la encuesta, con la que Zelaya pretende abrir el camino a una Asamblea Constituyente que reforme la Constitución.

Los seguidores, algunos con el sombrero vaquero que el propio Zelaya muestra en sus apariciones públicas, tardaron en salir en caravana por las intensas lluvias que dejó hoy la depresión tropical que asoma al norte de Honduras.

Sin embargo, al final, los altavoces de los coches de los simpatizantes del presidente -algunos con la identificación de ser vehículos del Estado- ulularon por toda la ciudad canciones con estribillos como "vamos a la consulta, vamos a la consulta popular" y "vamos a votar por la democracia participativa".

Ríos explicó que al menos 1.500 taxis en Tegucigalpa y otros tantos en San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante del país, garantizarán el transporte gratuito a aquellos que quieran votar a partir de las 07.00 hora local (13.00 GMT) del domingo.

Antes, por la noche, se encargarán de distribuir por escuelas, plazas y hasta centros comerciales los recipientes donde se depositarán los sufragios.

También repartirán más de dos millones de papeletas para preguntar a los hondureños si en las elecciones generales de noviembre debe figurar una cuarta urna para convocar a una Asamblea Constituyente.

Fuentes oficiales consultadas por Efe explicaron que algunas urnas fueron distribuidas en centros de votación y que otras permanecen en instalaciones del Gobierno y de la Presidencia con el fin de llevarlas de madrugada.

Uno de los objetivos es montarlas delante de la gente para que vean que se trata de un proceso "transparente", agregaron.

La oposición ha optado hoy por no responder en las calles ni política ni musicalmente al proyecto del presidente.

Los detractores de la consulta -entre ellos, el mismísimo partido de Zelaya, el Liberal- han optado por pedir a los hondureños que ignoren la llamada a la convocatoria.

Según ellos, aunque la consulta no es vinculante, se trata de una "farsa" y una excusa para que el presidente comience a abrir el camino a su reelección con la reforma de la Constitución.

En medio de todo este "molote" -como denominan los hondureños a los líos de tamaño considerable-, algunos tienen otras preocupaciones, como la subida del combustible anunciada por el Gobierno para el lunes.

"Nos han dicho que lo de la cuarta urna es para sacar a los ricos del poder y luego nos han dicho lo contrario, que es el presidente el que no se quiere ir, y yo ya estoy confundido. Y encima el combustible, ¿qué hago yo la semana que viene?", dijo José Adolfo Mairena, un taxista que trabajará normalmente el domingo.

Jesús Castillo, conserje de una escuela de la colonia Kennedy de la capital, recibió hoy la visita de dos hombres y una mujer que le informaron de que pasarían por el centro educativo antes de las cinco de la mañana para llevar las urnas.

"Hablé con el director de la escuela y me dijo que sí, que les abriera la puerta principal y las de dos aulas", dijo.

"Me fregaron (fastidiaron) el domingo", agregó.