Por qué a ti también te gusta Jacko

Ya, que qué pesadilla con Michael Jackson, que si era un friki y hace 20 años que no sacaba una buena canción... Que a mí no me gusta, que sólo a veces tarareo Billie Jean... Que paso del pop., que era un hortera, que estaba loco... Que ya está bien con este despliegue... Sí, vale, reniega del rey, pero la verdad es que a ti también te gusta Michael Jackson, y si no te lo crees, compruébalo con tus propios ojos.

Echa la culpa al boogie

Unos chavalitos de Indiana, cinco hermanos, comienzan a cantar una mezcla de funki, soul y disco. Pronto los fichó la Motown que les llevaría a ser superventas. Michael comenzó en los Jackson Five con sólo cinco años, y allí estuvo hasta los veinte. Aquello empezó allá por el 63 y confiesa, sigues bailando sus éxitos en las fiestas. Y echando la culpa al boogie.

Un 'must' de las fiestas setenteras

Mientras cantaba con sus hermanos Michael había grabado algún disco como solista, pero sin mucho éxito. En 1979 publica 'Off the wall', y se le empieza a considerar un artista adulto. En este álbum está la primera canción escrita completamente por Jackson, 'Don't stop 'til you get enough', que fue número uno. Y aunque seas más de 'Thriller' y 'Billie Jean', o incluso aunque pases olímpicamente de Jacko, levanta la mano si no te has meneado a lo Travolta con esta canción. Aunque sea en la típica fiesta setentera (sí, todos hemos ido a alguna).

No me llames Michael, llámame Jacko

Bueno, en realidad era al revés, que lo de Jacko no lo llevaba muy bien. Cierto es que el mote se lo pusieron sus detractores, pero también, que luego el nombre se popularizó y se utilizaba sin malicia. Cuando se le bautizó así ya había grabado 'Thriller', el álbum más vendido de la historia y que hizo de Michael Jackson el rey del pop. Allí estaba el corto de los zombies, y 'Billie Jean', en la que Michael renegaba de haber dejado embarazada a una chica (como si alguien lo dudara). Y fue entonces cuando surgió el famoso 'moonwalk'. A ver, haz memoria y acuérdate de las veces que has intentado deslizarte por el suelo sin levantar los pies y acabar tu paso con tocamiento de huevos y gritito.

Hazlo por los niños

Lo de unir niños y Michael Jackson en una frase es peliagudo, claro que los escándalos vienen después de que Jacko se volviera solidario y grabara 'USA for Africa', un disco para recaudar fondos para poblaciones pobres del continente negro. En 'We are the world, we are the children' Michael juntó a todo quisqui: Lionel Ritchie, Tina Turner, Stevie Wonder, Diana Ross, Bob Dylan... La canción es típica de fiesta de fin de curso del colegio. De hecho, un año después, claramente inspirada en este hit, llegó José Luis Perales con su 'Que canten los niños' y esa sí que se escuchó en el salón de actos en navidad durante unos años.

'Black or white', la profecía

En 1991 Michael sacaba 'Dangerous' con el single 'Black or White', el vídeo en el que las caras se iban mezclando cambiando de raza, y pegó a la televisión a unos cuantos millones de fans. O aunque no lo fueras, lo cierto es que era novedoso y la primera vez que lo veías te dejaba con la boca abierta. La producción del clip fue carísima, pero muy efectiva, ya que vendió discos como churros. El vídeo contenía algunos de los elementos que marcarían después la vida de Jacko: Macaulay Culkin y blancura de piel (vale, ya sí, lo del vitíligo).

¿Un paseíto por Neverland?

El rancho de Michael, Neverland, era un lugar perfecto para los niños: con zoo, parque de atracciones y todo tipo de lujos. Y el bueno de Jacko lo ponía a disposición de los chiquillos para su disfrute. Al principio todo pintaba bonito, pero la cosa se complicó. Tener a Macaulay Culkin viviendo en casa, con el consentimiento familiar (un poco en plan cuando Carmen Maura deja a su hijo con el dentista en '¿Qué he hecho yo para merecer esto?'), aunque levantó sospechas, le acabó viniendo bien, ya que el actor defendió a Michael cuando le juzgaron por pederastia. Al final se le declaró inocente.

No sin mis hijos (blancos)

Primero se casó con la hija del rey del rock ante la sorpresa colectiva. ¿A qué venía eso? Lisa Marie Presley lo explicaba así, "fue muy directo conmigo y me dijo: no soy gay". Y hala, al altar. La cosa duró dos años y después decidió casarse con su enfermera, Debbie Rowe, y tener hijos con ella. Eso sí, todo bien atado (bueno, casi, que por poco se le cae uno por la ventana): en caso de separación, los niños se quedaban con él. Y ¡oh, sorpresa!, se separaron, así que los tres hijos vivían hasta ahora con su excéntrico padre que, según se decía, no les dejaba salir a la calle, jugar con otros niños y llevar una vida normal.

Siempre los lleva tapados para que no enfermen, o quizás para que no se vea que sus hijos son blancos. Sí, sin ambages, blancos. Vale lo del vitíligo, pero en serio, aunque sólo sea por Mendel, un negro no puede tener tres hijos blancos y rubios. Y ahí aparece lo del blanqueamiento y las operaciones, que él negaba. Y de ahí a los chistes hay un paso. Y esos buenos momentos, aunque no te guste nada Jacko, o aunque le adores, son impagables.