La mitad de los madrileños no piensa comprar nada en las rebajas de verano

Madrid.-  La mitad de los madrileños no piensa gastar ni un euro en la campaña de rebajas de este verano y la inmensa mayoría de los que sí lo harán se ha propuesto gastar, como mucho, lo mismo que el año pasado, en torno a 117 euros por persona, algo más que la media de la Comunidad.

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(EFE)

La mitad de los madrileños no piensa comprar nada en las rebajas de verano. EFE/Archivo

Son datos de la encuesta del segundo cuatrimestre del Barómetro de Consumo que elabora el Área de Economía y Empleo del Ayuntamiento, de los que ha informado el vicealcalde, Manuel Cobo, al dar cuenta en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno de la campaña de control de las rebajas de verano, en la que 30 inspectores municipales visitarán 1.200 establecimientos.

La encuesta de esta temporada revela una tendencia a la contención del gasto por parte de las familias madrileñas, ya que el 49,9% señala que no piensan comprar en las rebajas de verano, frente al 43,9% que sí lo harán.

Esta prevención a la hora de gastar queda evidenciada también en las respuestas a cuánto piensan gastar en comparación con 2008, ya que casi el 78,6% pretende gastar lo mismo que el año pasado, el 14% quiere gastar menos y sólo un 4,9% se muestra dispuesto a aumentar el gasto.

En cuanto a la cantidad que van a gastar los ciudadanos en estas rebajas, el 83,3% de los encuestados dice que menos de 200 euros y el 35,1% que entre 50 y 100 euros, con una media de 117,3 euros.

Y eso que las rebajas de este año van a ofrecer "mayores descuentos" que otros años y que hasta el vicealcalde se ha permitido hacer un llamamiento a los madrileños para que aprovechen esa "enorme oportunidad".

Según un estudio de la patronal del textil ACOTEX, los empresarios estiman un volumen de ingresos por ventas en estas rebajas similar al del año pasado aunque prevén vender un 12% más de artículos, lo que da idea de la reducción de precios que calculan.

Por otra parte, Cobo ha informado de que desde el pasado 22 de junio, primer día laborable de rebajas, treinta inspectores técnicos de Calidad y Consumo del Ayuntamiento de Madrid han iniciado una nueva edición de la "Campaña de Inspección y Control de la Actividad de Rebajas de Verano", que durará hasta el 21 de septiembre, último día de la temporada.

Visitarán 1.200 establecimientos, los mismos que el año pasado, para comprobar el grado de cumplimiento de la normativa que regula esta actividad comercial, así como el mantenimiento del respeto a los derechos de los consumidores madrileños.

A la vez, las asociaciones de consumidores instalarán durante los días iniciales de las rebajas en los principales ejes comerciales de la ciudad puntos de información al consumidor.

Los inspectores controlarán, entre otras cosas, que los comercios exhiben claramente las fechas de las rebajas y que éstas son las establecidas por la Comunidad, que muestran los precios inicial y rebajado en cada artículo y que esos artículos no estén deteriorados, además del resto de aspectos generales recogidos en la normativa de consumo.

Por ejemplo, que entregan "ticket", facturas o cualquier justificante de la compra, que no exista publicidad y cláusulas que induzcan a error a los consumidores o vulneren sus derechos y que admitan las tarjetas de crédito y débito anunciadas en el establecimiento en época de rebajas y sin imponer recargo alguno.

La anterior campaña de rebajas de verano reveló que el 12,7% de los establecimientos no exhibían las fechas elegidas por el comerciante para las rebajas, y cuando lo hacían, en el 1,7% de los casos las fechas escogidas no se adecuaban a lo estipulado en la normativa legal.

Además, en el 9,2% de los casos no se anunciaban correctamente los productos rebajados.

Otro 11% de las infracciones estaban motivadas por no mostrar los precios inicial y final de los artículos rebajados en los escaparates, mientras que el 7,3% no lo hacía en los productos rebajados en el interior del local.

Los inspectores también detectaron que en el 6,3% de los casos los artículos rebajados no estaban perfectamente identificados y en el 5,1% de las inspecciones realizadas comprobaron que la publicidad o las leyendas que exhibían los establecimientos inducían a error a los consumidores.