David Pella: "La Vuelta al Mundo te enriquece como deportista y como persona"

Estocolmo.-  El regatista barcelonés David Pella, tripulante del 'Delta Lloyd' holandés ha sido uno de los debutantes españoles en esta edición de la Volvo Ocean Race y considera que su experiencia "ha sido algo muy especial. Básicamente porque es la primera, porque estoy trabajando en un equipo extranjero y me ha enriquecido como regatista y como persona".

Está bajo las órdenes del coruñés Roberto Bermúdez de Castro, patrón del VO70 holandés y ha sido una de las grandes revelaciones de esta edición. No oculta que "Esta ha sido mi primera Vuelta al Munso, aunque en realidad ha sido media ya que me incorporé al equipo tarde. Cuando lleguemos a la meta final de San Petersburgo habré competido en seis de las diez programadas".

Ha reconocido que "de esta edición me quedo con la experiencia de cruzar el Atlántico Norte en la etapa de Boston a Galway. Una experiencia inolvidable; una etapa muy rápida y una de las muchas razones por la que esta prueba te engancha totalmente".

No quiere hablar de malos momentos pasados aunque revela que "lo que si fue para olvidar nuestra parada obligada en Taiwan, tras romper el barco, pero en el fondo nos vino bien. Fue el punto de inflexión en nuestra campaña y quizás ganamos mucha más experiencia en el agua".

Concreta que "es muy triste tener que abandonar una etapa, pero al mirarlo con perspectiva en el tiempo piensas que fue lo mejor que podía haber pasado viendo como estaba el barco. No hubiéramos podido afrontar la etapa del Sur, fue un fallo en la estructura del barco y pudo haber sido mucho más grave".

Otra imagen que no olvidará fue cuando "una ola me arrastró dos metros por la cubierta hacia popa. Yo pensaba que había tomado todas las precauciones y que estaba seguro. De repente, me di cuenta de la sensación de indefensión ante la magnitud de la naturaleza y.. ¡de lo serio que es todo esto!", indica Pella.

A pesar de todo esto afirma que "he aprendido a navegar de otra forma, a navegar rápido y a templar. A no apretar y quitar el pie del acelerador, a tener paciencia a que llegue el momento adecuado para poder apretar y ser capaz de dosificar el esfuerzo".

Finaliza teniendo palabras de admiración para Roberto Bermúdez porque "me ha sorprendido gratamente su capacidad de trabajo y de mando. Ya había navegado mucho con el, pero no en este tipo de pruebas oceánicas, y me quito el sombrero.Espero poder repetir de nuevo esta experiencia, volvería mañana mismo".