Mladic reaparece y para disgusto de Serbia no parece preocupado

Cuando el pasado mes de julio las autoridades detuvieron a Radovan Karadzic, el político serbio acusado de genocidio que ideó matanzas como la de Srebrenica o el cerco de Sarajevo, nadie hubiera podido imaginar que durante mucho tiempo el llamado 'carnicero de Sarajevo' se había ocultado bajo una identidad falsa de médico naturista, con una larga barba blanca y gafas. Esa imagen de viejo asceta lo mantuvo a salvo de las manos de Carla del Ponte y el Tribunal de la Haya. Nada que ver con el aspecto que acabamos de ver de su compañero de mortífero tandem, el todavía en libertad militar Ratko Mladic, de quien acaba de difundir unas imágenes un canal de televisión serbio.

Perseguido por la Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY) por crímenes contra la humanidad y genocidio cometidos durante la guerra de Bosnia (1992-1995), Mladic lleva 14 años en búsqueda y captura. Después de años de clandestinidad, reaparece en las imágenes que se han emitido el prófugo aparece en lo que parecen diversas celebraciones familiares, cantando, bailando, abrazado a amigos y con niños en brazos. Se trata del retrato de la vida de un hombre que no tiene ningún aspecto de estar preocupado por la persecución de la Justicia. Nada que ver con el disfraz que tan bien ocultó la identidad de Karadzic, que llegó a pasar inadvertido en algunas intervenciones en canales locales de televisión.

Máscaras aparte, la polémica está servida. Las autoridades serbias se han apresurado en aclarar que se trata de imágenes antigüas y que ninguna de ellas tiene menos de ocho años de antigüedad. Es decir, que corresponden todas a la época en la que el general gozaba de la impunidad y la protección que le brindaba el régimen de Slobodan Milosevic. Sospechan que los vídeos, confiscados el pasado diciembre de casa de Mladic, hayan podido filtrarse en un intento de entorpecer el acercamiento de Serbia a la Unión Europea. Bruselas siempre ha puesto a Belgrado como condición indispensable para una posible integración la captura del ex militar. Así, el encargado serbio de cooperación con La Haya ha recordado que la publicación de las cintas, además de que pueden entorpecer su búsqueda, son "un intento de minimizar" las buenas valoraciones que tanto Estados Unidos como el TPIY han hecho del trabajo de colaboración de Serbia.