Yo

Pablo Motos, presentador de 'El Hormiguero' (Cuatro), es portada de El País Semanal. Le entrevista Juan José Millás, que comienza su texto con una inquietante frase: "Pedí a Pablo Motos que me contara su vida y el resultado fue estremecedor". Tan estremecedor como las 1.551 palabras del primer párrafo de la respuesta, una cascada de recuerdos infantiles, amores adolescentes y saltos de la delincuencia a la pijez. "Casi sin darme cuenta me convertí en un virtuoso de la guitarra", "Me convertí en un señor respetable", "Me convertí en un profesor de prestigio", "Lo cierto es que me salían muy bien los programas de radio", reconoce Motos con evidente modestia en ese monólogo inicial.

A pesar del ego de Motos, el programa es bueno.

Un sunami verbal al que responde Millás con dureza: "Le digo que es todo muy interesante, pero que quizá convendría ir resumiendo, porque es para una revista, no para un libro. Y el resumen es que a partir de ahí todo es una sucesión de éxitos".

El éxito. Y sus ingredientes: la vanidad, la soberbia, la pedantería, el engreimiento, el dinero, el poder... "¿De cuántas infamias se compone un éxito?", se preguntaba Honoré de Balzac. Mercedes Milá contestó, a su manera, al escritor francés en otra entrevista de El País Semanal: "ningún cargo político me daría el poder que me da la tele".

Yo, yo y nadie más que yo. Salir en televisión es tan peligroso como jugar a la ruleta rusa con un Smith & Wesson M29. El resultado es el mismo: un revuelto muy, muy poco hecho de sesos y neuronas. Mercedes... ¿Cómo andas de ego?, pregunta El País. "Pues mira, lo tengo rellenito hasta arriba. Mi autoestima es enorme, incluso excesiva. No necesito ni reconocimiento, ni ego ni nada", responde una Milá con treinta años de televisión en los lomos.

En demasiadas ocasiones las estrellas de la televisión no dan la talla. La entrevista, como sucede con la mayoría de deportistas, actores, músicos y toreros, es uno de esos momentos. Los índices de audiencia no garantizan que tengan algo interesante que contar. Por lo tanto, sus programas pueden ser mejores que ellos mismos.

Motos es el máximo responsable de 'El Hormiguero', un espacio mucho más que digno que en septiembre cumplirá tres años. Un programa imaginativo, diseñado para todos los públicos, que circula a un ritmo infernal (a veces perfecto, a veces estresante) en el que ni se insulta, ni se menosprecia, ni se utiliza, ni se falta al respeto a nadie. Sólo se entretiene. Es decir, una excepción en el panorama audiovisual. Un programa blanco destinado a divertir a un amplio sector del público. Pero cualquiera se lo dice a Motos...

Un motivo para no ver la televisión

Man Of SomebodyŽs Dreams (A Tribute To Chris Gaffney).
Varios artistas.
Yep Roc Records.

Chris Gaffney era un cantante, compositor, guitarrista y guionista que nació en Arizona en 1950 y murió el pasado año, después de escribir algunas canciones maravillosas. Registró cinco discos en solitario, algunos tan recomendables como 'Mi vida loca' (1992) o 'LoserŽs Paradise' (1995). Y cuatro, todos excelentes, con Hacienda Brothers, una banda de country-soul potente que se hizo cierto nombre en España ofreciendo algunos conciertos inolvidables.

Gaffney puso su talento al servicio de Dave Alvin. Tras su muerte, el genio de los Blasters le ha devuelto el favor organizando la grabación de un disco de homenaje que se acaba de editar. 'Man Of SomebodyŽs Dreams' reúne dieciocho canciones de Gaffney interpretadas por algunos de los mejores músicos norteamericanos. Ésta es sólo una parte de la lista: los Lobos, Joe Ely, Tom Rusell, Alejandro Escovedo, John Doe, Calexico, Peter Case, Jim Lauderdale... Una joya fronteriza.