Lo importante de las elecciones europeas más allá de estos pollos

En la UE saben de sobra que todo lo que tiene que ver con las instituciones europeas les queda bastante lejos a los ciudadanos. De hecho, hasta hace apenas un par de meses, tan sólo el 14% de los europeos sabía que entre el 4 y el 7 de junio estábamos llamados a votar para decidir la nueva composición del Parlamento. Temiendo otro descalabro en la participación electoral y convencidos de que la abstención tiene que ver con el desconocimiento de la UE, los 27 lanzaron, por primera vez, una campaña conjunta para promover la participación bajo el lema 'Tú eliges' en las que enseñan las consecuencias de votar y no votar en las elecciones (como cuenta esta campaña, de esto dependen cuestiones como la etiqueta de los pollos y otros alimentos). Nosotros te damos unas pistas para que sepas de qué va el tema y no puedas decir que no estabas informado. Lo de participar es decisión tuya.

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Campaña de promoción de las elecciones europeas.

¿Qué se vota exactamente?

Los 375 millones de europeos que tienen derecho a votar hoy tendrán que decidir la nueva composición del Parlamento Europeo. Esta cámara legislativa —con dos sedes: Estrasburgo y Bruselas (los diputados se desplazan de una a otra todas las semanas con la casa a cuestas)— se divide por partidos políticos a nivel europeo. Sin embargo, los electores no votan una lista europea sino por países, por ejemplo, la de los socialistas franceses o de los populares rumanos. El PE es la única institución europea cuyos miembros son escogidos directamente por los ciudadanos; las elecciones tienen lugar cada cinco años. El número de eurodiputados que corresponde a cada país está determinado por su población. Si entra en vigor el Tratado de Lisboa, se establecerá un mínimo de seis y un máximo de 96.

¿Cuál es la composición del PE?

Hay tres posibles respuestas para esta pregunta. La actual composición del Parlamento (785 eurodiputados) es diferente a la que saldrá tras las elecciones de hoy (736) y también distinta a la del PE que existirá si finalmente se pone en marcha el Tratado de Lisboa (751). Hasta que no sepamos si el Tratado (que se planteó como única salida después del 'no' de Francia y Holanda al proyecto de Constitución) se ratifica finalmente por todos los países miembro, no quedará muy claro cuántos eurodiputados habrá la próxima legislatura. De momento los europeos votaremos por 736, a la espera de conocer el resultado del segundo referéndum que se celebrará en Irlanda en noviembre sobre el texto.

¿Y si Irlanda dice sí y Lisboa sale adelante?

No está muy claro cómo se redistribuirá la composición del Parlamento si finalmente el Tratado de Lisboa sale adelante puesto que supondría variar el número de diputados correspondiente a cada país. Todos los países aumentarían su peso salvo Alemania, que pasaría de tener 99 a 96 diputados. España elegirá 50 representantes, que pasarían a ser 54 si Lisboa entra en vigor, el mismo número que tiene actualmente y que se ha visto reducida por la modificación del Tratado de Niza que se hizo tras la admisión de Bulgaria y Rumanía. Pero ¿a quién irán a parar esos cuatro diputados de más?

¿Qué hacen los eurodiputados?

El PE es, principalmente, un órgano legislativo aunque en sus orígenes era sólo consultivo. La función legisladora en la UE se reparte entre el Parlamento y el Consejo de la Unión Europea (formado por ministros de los Estados miembro) a través del procedimiento de codecisión y a propuesta de la Comisión Europea. Además, el PE también tiene funciones de control sobre el resto de organismos de la UE. Tradicionalmente, se ha criticado que el poder real del Parlamento es muy limitado frente al Consejo y la Comisión y que, finalmente, las decisiones las tomaban los gobiernos de Estados miembro y no los representantes elegidos por los ciudadanos. Por eso, la votación en la que el PE paró la controvertida jornada laboral de 65 horas se ha convertido en el estandarte de los eurodiputados.

Peculiaridades por países

Las normas que regulan las elecciones al PE están adaptadas a cada país miembro lo que crea algunas diferencias, además de la fecha de celebración de las votaciones. Por ejemplo, las listas son cerradas en España, Estonia, Francia, Grecia, Hungría y Reino Unido y abiertas en el resto de Estados. Además, los austriacos a partir de 16 años podrán participar como electores (aunque no pueden ser elegidos hasta la mayoría de edad) mientras que en el resto de países es necesario tener 18 años cumplidos. Belgas, chipriotas, griegos y luxemburgueses tendrán que ir obligatoriamente a depositar su voto.

Grupos y diputados en el PE

Las normas que se aplican para formar grupos en el Parlamento también cambian en estas elecciones respecto a las pasadas. A partir de mañana, será necesario conseguir 25 diputados que representen, al menos, a siete Estados miembro para conseguir formar un grupo parlamentario. Hasta ahora hacían falta 20 miembros de 6 países. Actualmente hay siete grupos: el grupo del Partido Popular Europeo, el Grupo Socialista Europeo, la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa, la Unión por la Europa de las Naciones, los Verdes/Alianza libre Europea, el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea y el Grupo Independencia/Democracia.

El nuevo Estatuto de los diputados europeos entrará en vigor en la nueva legislatura y acabará con las diferencias de salarios entre los diputados de distintos países: todos ganarán alrededor de 7.665 euros brutos mensuales.

El fantasma de la baja participación

Las elecciones europeas cada vez interesan menos a los ciudadanos. En la anterior cita, en 2004, tan sólo el 45,47% de los posibles votantes se acercó a las urnas. En España la cifra fue similar (45,47%) a pesar de que la cita fuera tan sólo unos meses después de las elecciones generales. Desde el Parlamento confían en que la crisis económica anime a la gente a votar "porque en el PE se deciden cosas que afectan a la vida diaria", aseguraba hace unos meses Ignacio Samper, director de la oficina del PE en España. Pero, a pesar de la situación económica, será difícil alcanzar el 61,99% de 1979.