Cuando la Amélie se viste de seda

'Coco, de la rebeldía a la leyenda de Chanel', 'Los mundos de Coraline' y 'Terminator: Salvation' resumen la versátil oferta conematográfica que llega a nuestras pantallas este fin de semana.

'Coco, de la rebeldía a la leyenda de Chanel', de Anne Fontaine (por F.V.)

'Coco antes de Chanel'. Podría, en efecto, preguntarse qué le agrega a esa historia ser la de Coco Chanel o qué le aporta a Coco Chanel el que ésa sea su historia. Nada hubiera cambiado si el nombre de la protagonista hubiese sido otro. Esa chica, por muy intensa que su mirada sea, por más que vista 'à la garçonne' en un mundo de crema pastelera y perifollos, por delgada que esté, por mucho cigarrillo que incinere, pertenece a un universo en el que Coco Chanel no existe todavía. Y nada las conecta necesariamente. Dos detalles y un añadido al final de la película. Bien contada (¡qué estupendo, siempre, Benoît Poelvoorde!), seguramente ése es su mérito.

Valoración: 7/10

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'Los mundos de Coraline', de Henry Selick (por A.M.)

'Los mundos de Coraline' no tiene pegas. Si no te gusta, la culpa es tuya. Puede ser que no seas su público objetivo y ése sea tu fallo. Que te moleste la pedantería de la 'stop motion' o que te saque de quicio todo aquello que no transpire, que no sea carne y hueso. Puede incluso sulfurarte ser el único grinch que va al cine y, de picardeado/a que estás, no entender las risas nerviosas de los niños.

Otro supuesto: Si eres niño/a, que todo puede ser, y estás leyendo esto, no te esperes lo habitual. El póster es seductor y Coraline muy atractiva como heroína cotidiana de jardín —e incluso como objeto preciado de mercadotecnia—, pero no va a ser un cuento fácil de digerir porque el miedo real es su materia prima. La descarada protagonista, carente de estreses reales, se busca problemas donde no los hay como el hijo tonto que no para de meter los dedos en el enchufe. ¿Es reprochable? No, es ley de vida.

La luminosa oscuridad del novelista Neil Gaiman ha sido adapada con absoluta perfección por el autor de la muy avanzada aunque lagunosa 'Pesadilla antes de Navidad'. Aquí no comete errores de tempo y da a luz a una pieza maestra lista para satisfacer a todos aquellos capaces de disfrutar ante una pantalla. No especuléis con que es tontorrón el mensaje de más vale malo conocido porque no es una pose sino un manifiesto honesto del muy pesimista y venerable Selick.

Valoración: 9,5/10

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'Terminator: Salvation', de McG (por A.M.)

Supongo que pronto veremos a Christian Bale protagonizando la quinta parte de 'Arma letal', cuando Danny Glover termine de convencerse de una vez de que está "demasiado viejo para esta mierda". Y en 'La jungla de cristal 5', y en 'Scream 4', y en 'Loca academia de policía 8'... Es un experto en refundar sagas, el comodín de los directores sin imaginación. Y McG, 'padre' de los 'Ángeles de Charlie' con nombre de hamburguesa, así lo debió creer. El nuevo Batman hace de nuevo John Connor tras haberse negado en repetidas ocasiones porque el legado original tenía una sombra alargada. ¿Por qué será que finalmente se metió en el barco? ¿Cuál de los supuestos méritos de esta cuarta entrega fue el que le sedujo tras tanto no?

El arrabalero McG dijo hace poco que Michael Bay (director de 'Transformers') la tenía muy grande, pero que le gustaba pensar que él mismo no tenía nada que envidiarle. Descarto totalmente que ese fuera el truco para convencer a Bale, pero utilizo esa salida de tono del realizador para argumentar mi nuevo haiku: "Bale, no te propongas rescatar todo proyecto que se te ponga por delante". Hay veces que sólo son tiros, efectos especiales y dinero y tú, hasta ahora, siempre habías demostrado un muy buen gusto por lo arriesgado y anticomercial.

'Terminator: Salvation' se cree más que la la tercera entrega cuando no deja de ser un subproducto que bebe del carisma de unos actores que se sienten algo mareados por tanto polvo y radación nuclear. Hay planta pero no alma. El guión es vacuo y no aporta demasiado a lo que Cameron bautizó con frescura y Mostow continuó con gracia y sin ínfulas.

Valoración: 4/10

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