Islam, crisis y corrupción inician la campaña a las presidenciales indonesias

Yakarta.-  La crisis, los casos de corrupción y la observancia del islam marcaron hoy en Indonesia el arranque de la campaña para las elecciones del 8 de julio, en las que el actual presidente, Susilo Bambang Yudhoyono, parte como claro favorito.

ampliar foto

(EFE)

El actual presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono (ci), y su compañero de fórmula Boediono (cd), sostienen el numero dos, tras la ceremonia de sorteo del orden de los candidatos presidenciales en la sede de la Comisión General Electoral (CGE) en Yakarta (Indonesia), el pasado 30 de mayo.

El jefe de Estado, que aspira a un segundo mandato de cinco años, se enfrenta a otros dos candidatos de larga trayectoria y muy conocidos por el electorado, la ex presidenta Megawati Sukaronoputri y el actual vicepresidente, Jusuf Kalla.

Todos los sondeos de intención de voto conceden una larga ventaja a Yudhoyono sobre los otros dos contendientes, e incluso algunos analistas vaticinan que no será necesario celebrar una segunda vuelta en septiembre.

El Instituto de Encuestas de Indonesia le otorgan el 70 por ciento de los votos en su última actualización, frente al 21 por ciento de Sukarnoputri y el 3 por ciento de Kalla.

De hecho, el Partido Demócrata (PD), la formación política de Yudhoyono fundada en 2001, ganó las elecciones parlamentarias del pasado 9 de abril con el 20 por ciento de los sufragios y se convirtió la primera fuerza de la Asamblea Nacional, un resultado significativo si se tiene en cuenta que en 2004 su volumen de votos fue del 7,5 por ciento.

"Estamos convencidos de que las elecciones presidenciales se llevarán a cabo de forma justa y pacífica", aseguró el portavoz de la Comisión Electoral Central (KPU), Syafriadi Yatim.

El despegue de la campaña ha estado dominado por las recetas económicas de los distintos candidatos contra la crisis, que lastra las exportaciones y aumenta el desempleo.

La economía es uno de los pilares del programa de Yudhoyono, quien promete elevará el crecimiento "hasta el 7 por ciento en 2014" y ha elegido como su candidato a la vicepresidencia al tecnócrata Boediono, el hasta ahora gobernador del Banco Central de Indonesia.

Megawati se ha emparejado con Prabowo Subianto, un militar retirado y ex yerno de Suharto, y Kalla ha elegido a otro militar conocido y de alta graduación, Wiranto, ex jefe de las Fuerzas Armadas.

Ambos tándem presentan un perfil nacionalista, tachan al tecnócrata Boediono de "neoliberal" y prometen que revisarán la situación de los inversores extranjeros en el país.

En corrupción, se hace hincapié en la ineficaz lucha de Megawati durante su mandato, desde 2001 a 2004, y en la caída en desgracia del zar anticorrupción de Yudhoyono, Antasari Azhar, acusado de orquestar el asesinato de un funcionario.

Habrá tres debates televisados acordados por los candidatos y tratarán, respectivamente, de Corrupción y Estado de Derecho, de Pobreza y Desempleo y de Democracia y Descentralización del Estado.

El papel del isla es otro de los asuntos que más reacciones ha causado en los últimos días en el país con la mayor población musulmana del mundo, más de 200 millones de fieles.

La polémica se desató después de que el presidente del islamista Partido de la Justicia y Prosperidad (PKS), Tifatul Sembiring, descalificase a la pareja Yudhoyono-Boediono, ambos musulmanes, porque sus mujeres no usaban velo o "hiyab".

"El tema salió de forma intencional para formar la opinión pública", explicó Lollyta Diah Kartikasari, del PKS, en referencia al número de musulmanes que prestarán atención a esta cuestión.

No falta quien califica el mensaje de vacío y el semanario "Tempo" acusó a los candidatos de "preocuparse más de su imagen pública" que de "explicar su programa electoral".

Fuera del debate político oficial, varias organizaciones no gubernamentales han criticado la presencia en estas elecciones de Wiranto y Subianto, dos ex generales acusados de violar los Derechos Humanos durante los últimos años del régimen de Suharto (1966-1998).

El censo de la KPU recoge a 176 millones de personas, cinco millones más que en los comicios de abril, en los que hubo miles de quejas por las deficiencias de la lista.

Si las presidenciales se deciden a la primera, la KPU calcula que su presupuesto rondará los 4 billones de rupias (391 millones de dólares o 276 millones de euros).