Funes comienza su mandato con un plan anticrisis y medidas de alivio social

San Salvador.-  El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, ha decidido encarar de inmediato las deterioradas finanzas del país con una batería de medidas contra la crisis que buscan el alivio social y sintonizan con su promesa de gobernar para los menos privilegiados.

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(EFE)

El gabinete de Gobierno del presidente de El Salvador, Mauricio Funes, toma juramento.

"Vamos a gobernar en medio de una crisis socioeconómica profunda, una de las más difíciles de nuestra historia", sentenció hoy Funes en su discurso de posesión, en el que dictó las líneas de un plan anticrisis con el que prevé generar 100.000 empleos en los próximos 18 meses, a un costo de 474 millones de dólares.

Funes atacó en su discurso de posesión una de las mayores preocupaciones de los salvadoreños: la economía.

De acuerdo con los pronósticos del nuevo presidente, la economía podría decrecer este año un punto porcentual del Producto Interior Bruto (PIB).

Además, registra un déficit fiscal de 500 millones de dólares y sufre la contracción de las remesas desde el extranjero, una importante fuente de ingresos del país.

El mandatario izquierdista aseguró que la estrategia abarcará cuatro aspectos, como el resguardo y generación de empleos; la protección de los sectores más vulnerables de la crisis; el diseño de políticas de Estado en materia social y económica, y un sistema de protección universal.

Según dijo, se trata de un primer conjunto de medidas para "garantizar la estabilidad económica y minorar los problemas sociales", pero, a renglón seguido, aclaró que "la responsabilidad de esta situación no es del pueblo salvadoreño, sino de la elite dirigente que estuvo hasta hoy en el poder".

Y es que Funes recibió un país con unas finanzas que calificó desde antes como "maltrechas" y que obligaron tanto a su equipo de Gobierno como al de su antecesor, Elías Antonio Saca, a buscar soluciones urgentes para saldar las deudas de la pasada Administración.

La Asamblea Legislativa aprobó en mayo la reorientación de 650 millones de dólares de dos préstamos internacionales y la emisión de títulos valores de crédito por 1.853 millones de dólares.

El paquete prevé, asimismo, medidas inmediatas de auxilio a un país de 5,7 millones de habitantes y donde 800.000 personas sufren condiciones de extrema pobreza, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Con estos antecedentes, los primeros anuncios estuvieron encaminados al mejoramiento de 25.000 viviendas urbanas y la atención en el mismo campo a municipios cuyos habitantes padecen pobreza severa.

Funes también ha apuntado a la reparación y el mejoramiento de las infraestructuras y servicios básicos; el otorgamiento de bonos de educación a niños y jóvenes, así como programas de alimentación y de salud en cien municipios.

Incluso espera beneficiar a 1,3 millones de niños y jóvenes que recibirán de forma gratuita uniformes y útiles escolares.

"Reinventar nuestro país será crear un nuevo proyecto de nación, que, al mismo tiempo, rescate a la gran deuda social y acelere progreso humano y tecnológico", anticipó el ex periodista y ahora gobernante, al insistir en el compromiso que, desde la izquierda, asumió con los menos favorecidos.

Pero la estrategia incluye, además, un programa de austeridad oficial y de combate a la evasión y el contrabando, lo que arrancó aplausos entre los asistentes a la ceremonia.

Funes reivindicó el estilo directo de su colega de EE.UU., Barack Obama, y la inclinación social de su amigo, el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en lo que presentó como los "ejemplos vigorosos" que tendrá presentes su Gobierno.