Familiares de desaparecidos en Bolivia exigen apertura "pública" de archivos

La Paz.-  Las tres familiares de desaparecidos en las dictaduras de Bolivia que hace 17 días iniciaron una huelga de hambre para pedir la desclasificación de archivos sobre estos casos mantendrán su protesta, pese a la decisión del Gobierno de Bolivia de permitir el acceso a los documentos.

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(EFE)

El Ministerio de Defensa de Bolivia aprobó ayer una resolución que ordena a las Fuerzas Armadas (FF.AA.) abrir sus archivos para la búsqueda de los desaparecidos en dictaduras como las de Hugo Bánzer (1971-1978) y Luis García Meza (1980-1981). EFE/Archivo

"Creemos que la intención de esa resolución es saludable, pero el mecanismo legal que han encontrado es erróneo. Nosotros vamos a mantener la huelga hasta que se cumpla la ley", afirmó hoy una de las huelguistas, Olga Flores, al pedir "la apertura pública de los archivos".

El Ministerio de Defensa de Bolivia aprobó ayer una resolución que ordena a las Fuerzas Armadas (FF.AA.) abrir sus archivos para la búsqueda de los desaparecidos en dictaduras como las de Hugo Bánzer (1971-1978) y Luis García Meza (1980-1981).

Esa norma permitirá a los familiares de los desaparecidos pedir los documentos clasificados con la ayuda de miembros de la privada Asamblea de Derechos Humanos, notarios y funcionarios del Gobierno.

Para las huelguistas, dos bolivianas y una chilena, esta resolución "es insuficiente" y "no interpreta la voluntad del presidente", sino que es "una argucia para no decir nada" y que no permite "llegar a la verdad".

Flores argumentó que la resolución ministerial es "inaplicable" porque permite la apertura de los archivos de forma "semireservada porque hay que mostrar vínculos con los desaparecidos y presentar una persona".

Asimismo, señaló que si, como señaló el ministro de Defensa, Walker San Miguel, mucha de la información de esa época también desapareció o fue destruida, debería "presentar una denuncia para que la persona que ha sustraído o ha dañado estos archivos sea juzgada porque esto es un delito".

"No se puede especular como están haciendo Gobierno y Fuerzas Armadas de que no hay esos archivos. Es muy doloroso para nosotras que se trate el tema sin la seriedad que corresponde", afirmó.

Para Flores, la apertura de los archivos requiere "una orden" del presidente Evo Morales, ya que, a su juicio, es él y no el ministro de Defensa quien se lo puede ordenar a las Fuerzas Armadas.

"Nuestros familiares desaparecidos tienen una identidad y mientras se siga escondiendo a los desaparecidos en recintos militares esto no dice nada bueno de la democracia", insistió.

Según Flores, la huelga de hambre es el último recurso desde la llegada al poder en Bolivia de Morales y después de haber tocado "todas las puertas" sin resultados.

"Mantener estos archivos sin desclasificar convertiría al Gobierno en cómplice de este encubrimiento", afirmó la huelguista.

En este sentido, censuró que no se hayan abierto "causas por casos de desaparecidos" y pidió al Parlamento "un desagravio ley de reparación de víctimas de violencia política".

El hermano de Olga, Juan Carlos Flores, desapareció en 1980 durante el asalto de bandas paramilitares a la sede de la Central Obrera Boliviana (COB).

Las otras dos huelguistas son la chilena Marta Montiel, hija de Tirso Montiel, que fue miembro de una guerrilla boliviana en la década de los setenta abatida por el Ejército boliviano, y Hortensia Gutiérrez, esposa de Rodolfo Flores, que desapareció en 1968 durante el Gobierno militar de René Barrientos.