Las barricadas y las cargas policiales contra los trabajadores colapsaron el tráfico en Vigo

Vigo.-  Barricadas, lanzamiento de objetos a la policía y cargas de antidisturbios contra los trabajadores del sector metalúrgico de la provincia de Pontevedra marcaron la segunda jornada de huelga en la que los piquetes colapsaron el tráfico en Vigo al impedir la entrada y salida en los principales viales.

Los representantes de los trabajadores, en una asamblea celebrada después de los graves altercados de hoy, animaron a los huelguistas a reincorporarse mañana a los puestos de trabajo.

"Lo decimos por algo", se limitó a decir el sindicalista de CIG Antolín Alcántara, quien agregó que estaba seguro de que "vamos a dar una respuesta" a las distintas cargas policiales contra los manifestantes.

Las primeras concentraciones de cientos de trabajadores en los alrededores de los astilleros se produjeron a primera hora de la mañana y las protestas estuvieron muy diseminadas, ya que el objetivo hoy era impedir la salida y la entrada de vehículos a Vigo.

Aunque en un primer momento parecía que las protestas iban a ser tranquilas, finalmente, la serenidad se convirtió en tensión y en una pugna intensa entre los antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía y los cientos de huelguistas.

Una de las primeras cargas policiales contra los trabajadores se produjo en la entrada de la calle Sanjurjo Badía, en donde los agentes cuando pidieron a los trabajadores que depusieran la concentración para que el tráfico pudiera volver a la normalidad comenzó una batalla campal.

Los agentes utilizaron sus porras y los trabajadores todo lo que encontraban a su paso como piedras o decenas de vallas instaladas en esa calle por motivo de unas obras de humanización.

Fuentes sindicales explicaron a Efe que al tiempo que ocurría esa carga policial en el barrio de Teis, se producía otra en Coia, en donde cientos de trabajadores tuvieron que refugiarse en las proximidades del astillero Barreras.

Precisamente, a la entrada de esa factoría, en la Avenida de Beiramar se improvisó una gran barricada con bobinas de cables, ruedas quemadas.

Los antidisturbios lanzaban pelotas de goma para disuadir a la masa, mientras que una parte de trabajadores, algunos subidos desde un barco en construcción, se defendían con todo tipo de objetos como piedras, tornillos o, incluso, un martillo hidráulico.

Este enfrentamiento no fue el único entre los trabajadores y los antidisturbios, ya que el otro punto neurálgico con continuas cargas policiales se produjo en la zona de Guixar, en donde se encuentra el astillero Vulcano.

El punto y final a estos incidentes los puso la policía que pasadas las 13:15 horas se retiró tanto de Bouzas como de Guixar, una acción que volvió a provocar todo tipo de lanzamiento de objetos contra los furgones de los antidisturbios.

Tras los graves enfrentamientos, los representantes sindicales eligieron el astillero Barreras para celebrar una asamblea informativa en el que el responsable de CCOO del Metal, Ramón Sarmiento, señaló que los únicos "culpables" de lo ocurrido hoy en Vigo son los empresarios.

Criticó el fuerte dispositivo policial que les acompañó durante toda la jornada de hoy y dijo que el objetivo era "intimidarnos", pero que, no lo consiguieron.

Por su parte, el portavoz de CIG, Antolín Alcántara, reprochó a los empresarios su "violencia" al no querer negociar un convenio colectivo "justo".

Patronal y sindicatos siguen teniendo bloqueada la negociación del convenio colectivo, que en la provincia de Pontevedra afecta a más de 27.000 trabajadores.

Los empresarios piden dos años de vigencia del convenio y mantener el poder adquisitivo de los trabajadores, mientras que los representantes de los trabajadores exigen una duración de un año y un incremento salarial razonable, pero nunca congelación de los sueldos.