Miles de devotos imploran lluvia en una peregrinación por la llanura leonesa

León.-  Miles de devotos han acompañado hoy a la Virgen de Castrotierra en su peregrinación, durante 20 kilómetros, por la llanura maragata hasta la ciudad de Astorga (León), en un ritual que data de la caída del imperio romano y cuyo fin es el de implorar la llegada de lluvias ante la sequía de los cultivos.

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Esta tradición, que se desarrolla una vez cada siete años, en teoría debía haberse celebrado en 2011, si bien en esta ocasión se ha adelantado a 2009, con el fin de que lleguen las ansiadas lluvias, según han informado hoy a EFE fuentes de la organización.

Así, lo decidieron ocho representantes de otras tantas juntas vecinales de esta comarca, llamados "Procuradores de la Tierra", que a modo de jefes de tribu, por unanimidad acordaron la salida de la virgen de su escondite.

El pasado 7 de mayo, dichos procuradores se reunieron, a petición de la juntas vecinales de san Justo de la Vega, San Román de la Vega, Murias de Rechivaldo, Valdeviejas y Celada, y acordaron por mayoría absoluta votar la venida de la Virgen de Castrotierra para impetrar la lluvia para los sedientos campos maragatos.

Esta medida se toma sólo "en ocasiones de urgencia", no sea que por avariciosos, de tanto pedir favores llegue el día en el que la virgen no se preste a cumplir el deseo de los agricultores y mate de sed sus extensos campos.

La última vez que los devotos acompañaron a la Virgen fue en 2004, y aquel año como en las demás ocasiones el agua siempre se ha sucedido después de la celebración de esta procesión, que recorre a pie en seis horas 20 kilómetros de la llanura maragata entre el cerro de Castrotierra y Astorga, según dichas fuentes.

Octogenarios vecinos de la zona han asegurado en declaraciones a Efe que no recuerdan ninguna ocasión en la que el agua no haya acudido hasta sus cultivos.

Aunque a veces se haga esperar más tiempo o no llegue con la abundancia necesaria, tarde o temprano, en mayor o menor medida siempre irrumpe e hidrata los campos.

La jornada ha comenzado con una misa en la capilla de Castrotierra, donde se resguarda la Virgen del agua, tras la cual arranca una peregrinación en la que participan miles de habitantes de la maragatería, y en la que abren paso más de cuarenta pendones de las diferentes juntas vecinales y barrios de la capital maragata.

Grupos de diez personas acompañan a los pendones y se van turnando el tiempo de carga, una faena que en la jornada de hoy el viento ha dificultado.

Tras los pendones una centena de fieles han custodiado a la Virgen al sonido unísono de un rosario.

Los caminos, cunetas y arcenes de las carreteras se han dejado contemplar durante el transcurso de la procesión repletos de curiosos que se unen a la peregrinación y a la fiesta, ya que aprovechando la ocasión los vecinos matan sus males en unas horas que convierten en festivas.

Tras la llegada a Astorga, la Virgen de Castrotierra permanecerá en su seo gótica una novena, tras la cual retornará a su lugar de origen.

En realidad, es justo el noveno día el que finaliza el rito, ya que así la fecha coincide en domingo y se puede unir a la fiesta muchos más vecinos que si ésta se celebrara el lunes.

De esta forma, el próximo domingo, 24 de mayo, la Virgen regresará de nuevo hasta el cerro maragato de Castrotierra a la espera de que en un futuro la sed de los campos vuelva a sacarle de su escondite.