La Fiscalía de Ecuador insistirá en la extradición desde EE.UU. de los ex banqueros Isaías

Quito.-  La Fiscalía General de Ecuador anunció hoy que insistirá en la extradición de los hermanos William y Roberto Isaías, ex propietarios del cerrado banco Filanbanco, acusados de estafa al Estado y a sus clientes hace una década.

El fiscal general del país, Washington Pesántez, expresó hoy su satisfacción por la decisión de la Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia (CNJ), que llamó a juicio plenario, previo fallo, a los acusados en el caso Filanbanco.

Pesántez estima que la CNJ condenará a los hermanos Isaías por el delito de malversación de dinero público y que esa sentencia en firme podría reforzar la petición de extradición de los imputados.

El fiscal, en un comunicado, recordó que hace un año había anticipado la posibilidad de que no se consiga la extradición de los Isaías porque una primera petición fue mal formulada ante el Gobierno de EE.UU.

Por ello, dijo que aspira a que, con un fallo en firme, el Departamento de Estado de Estados Unidos conceda la extradición de los ex banqueros, que residen en el estado de Florida.

Pesántez dijo que insistirá en la extradición de los acusados y que, una vez que haya sentencia condenatoria, se exija a los reos el pago de daños y perjuicios.

"La Fiscalía espera que no haya más dilatorias, de conformidad al Código de Procedimiento Penal aplicable a este caso y felicita a los miembros de la Corte por este fallo", añadió el fiscal en el escrito, pues, a su juicio, "existen suficientes pruebas" para una condena.

"Confío, particularmente, en la seriedad del presidente de la Corte de Justicia (Jose Vicente Troya), quien ha demostrado probidad", remarcó Pesántez, que aspira a que la sentencia se dicte en el menor tiempo posible.

Los hermanos Isaías tienen órdenes de prisión en su contra desde hace más de siete años por los supuestos delitos financieros cometidos cuando administraron el Filanbanco, uno de los treinta bancos que pasaron a manos del Estado entre 1998 y 1999, cuando se desató la peor crisis financiera de la historia ecuatoriana.

El saneamiento de esa crisis le ha costado al erario nacional más de 8.000 millones de dólares y, en su momento, perjuicios a miles de clientes, cuyas secuelas aún afectan al país.