Miles de personas asisten al "baile" de la Virgen de Las Vacas al ritmo del pasodoble

Ávila.-  Miles de personas apostadas junto al lienzo norte de la muralla e Ávila han asistido a la tradición de "bailar" la imagen de Nuestra Señora de Las Vacas al ritmo del pasodoble "El gato montés", por parte de los mozos de este populoso barrio de la ciudad, que hoy celebra su fiesta grande.

ampliar foto

(EFE)

Los mozos de Nuestra Señora de Las Vacas 'bailan' la imagen de su Virgen junto al lienzo norte de la muralla de Ávila al ritmo del pasodoble 'El gato montés', cumpliendo con una tradición que tiene más de un siglo.

La procesión, que ha partido a primera hora de la jornada de la ermita de Las Vacas, ha transitado por cerca de una veintena de monasterios, iglesias y ermitas, acompañada por una comitiva en la que destacaba el sonido de la tradicional gaitilla y tamboril.

En cada parada, la imagen de la virgen ha sido recibida con el repicar incesante de campanas, antes de que los anderos la hayan introducido en el interior de los templos para entonar la Salve.

Sin embargo, el punto culminante se ha producido en torno a las 12.30 horas junto al lienzo norte de la muralla, donde desde media hora antes ya se apostaban cientos de personas para presenciar el acto que se ha convertido en multitudinario en los últimos años.

Tras una parada para reponer fuerzas en el convento de La encarnación y pasar por las iglesias de San Martín y Nuestra Señora de la Cabeza, cuatro mozos casaderos tomaron la imagen para portarla en medio de una multitud enfervorizada al ritmo del pasodoble "El gato montés".

Los trescientos metros del trayecto de la Avenida de Madrid que discurren entre el Mercado de Ganados y el Arco del Puente Adaja, donde se encuentra la glorieta de Nuestra Señora de Las Vacas, han vuelto a convertirse en una auténtica fiesta, con miles de personas tarareando la famosa canción y tratando de llevar el compás.

Al mismo tiempo, los mozos han sido jaleados por familiares y amigos para cumplir con esta costumbre que se remonta muchos años atrás en el tiempo y que, según comentó en su día el archivero del Patronato de Nuestra Señora de Las Vacas, Vicente Martín, es fruto de la "casualidad".

Mientras unos atribuyen la tradición a la falta de público en ese punto del recorrido, Martín la vincula al hecho de que los cofrades tenían que correr para llegar a tiempo a la misa que tenía lugar en la iglesia de San Juan.

Uno de esos años, la casualidad hizo que la banda de música que acompañaba la imagen interpretara "El gato montés", que desde entonces no ha dejado de escucharse en este día.

Esta procesión fue la única que se desarrolló durante la República, gracias a la mediación ante el gobernador civil del historiador abulense Claudio Sánchez Albornoz, al igual que sucedió durante la Guerra Civil.

Todo el ritual ha vuelto a repetirse en su totalidad, con el nerviosismo de los mozos y de sus familias, el cordón de seguridad en torno a la imagen por parte de los jóvenes de Las Vacas, el "baile" de la imagen, los gritos de "¡viva la Virgen de Las Vacas!" y los "¡olés!" constantes durante todo el trayecto.

Además, también se han repetido las escenas de emoción al final del recorrido, con llantos y abrazos entre los cuatro mozos y sus familiares y amigos.

Aunque la costumbre dice que los mozos tienen que ser casaderos para llevar la imagen por última vez antes de dejar de serlo, sólo uno cumplía ese requisito, Jonatan Nieto, que se ha mostrado "muy emocionado" por poder cumplir con algo que para los mozos de Las Vacas supone "un privilegio".

Nieto, que se casará este año, ha comentado como se ha puesto "de acuerdo" con sus tres compañeros para acompasar el baile, aunque no han ensayado previamente.

Por su parte, el presidente del Patronato, Vicente Martín, ha reconocido que los trescientos metros que discurren en paralelo al lienzo norte de la muralla de Ávila constituyen el "momento cumbre" de esta celebración que cada año adquiere un auge mayor.

La imagen, de largo pelo natural y pequeñas dimensiones, ha estrenado hoy el fajín del general de Intendencia.

Superado el momento culminante, la Virgen de Las Vacas ha sido llevada por la empinada cuesta de la Calle Vallespín, antes de visitar las iglesias de San Esteban, de Mosén Rubí y descansar durante unas horas en la iglesia de San Juan, para luego regresar a su ermita por la tarde.