Corazonadas

Las corazonadas son peligrosas: Coppola tuvo una en forma de película que le arrastró a la ruina económica. Gallardón dice que tiene otra, faraónica, que resulta ser la misma que fracasó hace sólo unos años. Las diferencias entre ambos personajes son básicamente dos: Gallardón no es un genio, y jamás se arruinará, puesto que maneja dinero que no es suyo. Gallardón tiene una corazonada que no tiene nada que ver con el arte o con la cultura, ni con el bienestar o la calidad de vida de los madrileños, sino con un proyecto político personal. Una corazonada con forma de megalópolis, que consiste en dar un nuevo impulso a la depredadora actividad urbanística de la capital de España. Una corazonada que se llamó Madrid 2012 y que se ha reciclado en Madrid 2016.

(EFE)

Una corazonada con forma de megalópolis.

La 'Corazonada' de Coppola se rodó en un plató: era una luminosa y desmontable ciudad de cartón piedra. Madrid, la ciudad europea que más ha crecido en los últimos años, es una farsa real: sigue sin solventar sus déficits sociales, medioambientales y de movilidad. Es la ciudad en la que miles de ancianos esperan una plaza en una residencia pública, y miles de niños carecen de plaza en una escuela infantil. La ciudad sin salas de conciertos. La ciudad que desprecia las bicicletas. La ciudad inaccesible para los minusválidos. El Madrid del pelotazo de Florentino con la Ciudad Deportiva y de los Gil y Cerezo con el Calderón. El Madrid cuyo presupuesto olímpico se ha disparado un 27%. El Madrid de la televisión putrefacta, el río olvidado y los atascos.

El Madrid corrupto y zoquete. Hace una semana visité la Facultad de Biológicas, y me sorprendió que permaneciese anclada en el pasado: continúa igual que hace 20 años, sólo que aún más vieja y abandonada. "No tenemos ni un duro", me confesó uno de los profesores. "Queremos dividir una clase en dos con un tabique, pero no tenemos ni para los ladrillos", sentenció.

¡Qué ironía! En Madrid, la ciudad de la construcción, las obras, las reformas, las licencias, la especulación, los proyectos y las instalaciones… ¡no pueden conseguir ladrillos! Construir educación no es rentable cuando tu corazonada es política: una olimpiada como plataforma para alcanzar la presidencia del Gobierno.

Afortunadamente tenemos a los medios de comunicación. Fue un placer abrir ayer 'Público' y ver su flamante cuadernillo central dedicado a Madrid 2016. Les transcribo algunos titulares: "Transporte: moderno y sostenible", "Alojamientos de calidad para todos", "Un entorno fiable y seguro", "Apoyo institucional y popular". ¿Dónde comienza la información y acaba la publicidad? No sabría decírselo. Pero me lo imagino: en los millones de euros invertidos por Gallardón en marketing olímpico, una cifra suficiente para silenciar a los medios de comunicación. ¡Todos con Madrid 2016!

P.D.

Memorable la charla en directo que tuvo lugar en elpais.com con Enric González ayer, sólo cinco días después de que una de sus columnas en El País fuese censurada. Enric respondió a 17 preguntas, de las cuales ocho versaron sobre fútbol, tres sobre periodismo, otras tres sobre viajes, y las tres restantes sobre cine, literatura y fiebre porcina. No pasó el filtro ni una sola sobre la famosa columna. Y eso que las había. Yo mismo envié varias...

— Hola Enric ¿cuál ha sido tu peor experiencia como columnista?

— Hola Enric. ¿No echas hoy en falta alguna pregunta sobre el periodismo y la censura?

— Hola Enric. Voy a intentarlo de otra manera: ¿Qué opinas de Pernía, el lateral del Atlético de Madrid? ¿Y de la censura de tu columna del pasado jueves?

Todavía estoy esperando.

Un motivo para no ver la televisión

Como cada miércoles publicamos un podcast en el que Albéniz pincha su música favorita. Country, blues y, por supuesto, rock and roll. Dale al play y a disfrutar.