Jesús Manuel Martínez destaca que "Allende era un hombre orgulloso que no pudo asumir su fracaso"

Gijón.-  El escritor y filósofo Jesús Manuel Martínez, ganador del Premio de Ensayo Jovellanos 2009 con una biografía de Salvador Allende, ha declarado hoy que el ex presidente de Chile, que se suicidó en el Palacio de la Moneda al ser derrocado por un golpe militar en 1973, "era un hombre orgulloso que no pudo asumir su fracaso personal" al frente del gobierno de Unidad Popular.

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(EFE)

El escritor y filósofo Jesús Manuel Martínez, ganador del Premio de Ensayo Jovellanos 2009 con una biografía de Salvador Allende, ha declarado hoy que el ex presidente de Chile, que se suicidó en el Palacio de la Moneda al ser derrocado por un golpe militar en 1973, "era un hombre orgulloso que no pudo asumir su fracaso personal" al frente del gobierno de Unidad Popular. EFE/Archivo

En su obra, titulada "Salvador Allende", Martínez ha rescatado aspectos poco conocidos de la vida personal y política del dirigente, que creyó posible "la vía chilena al socialismo", y sostiene que su derrocamiento y muerte fue el epílogo de una tradición democrática centenaria en el país andino.

El autor ha ofrecido esta tarde en Gijón una rueda de prensa, momentos antes de recibir el Premio que le concedió un jurado presidido por el ex jefe de la Casa Real y Conde de Latores, Sabino Fernñandez Campo, que ha valorado el rigor con que se han tratado aspectos poco conocidos de la personalidad de Allende.

Martínez (Moreda, Asturias 1942),s licenciado en Filosofía y Teología, dirigió durante el gobierno de la Unidad Popular la productora estatal Chile Films, que presidía el cineasta Miguel Littín, y ha impartido clases en la Universidad Católica de ese país, de la que también fue presidente del Claustro Académico.

Para el autor, el golpe militar del 11 de setiembre de 1973 fue un punto de inflexión en la vida política de Chile al haber quebrado una tradición democrática centenaria que "costará mucho recuperar" porque se han establecido otras reglas del juego para resolver los conflictos.

Ha dicho que Chile era una "isla " en medio de archipiélago de países limítrofes en los que desde la independencia de España se alternaron intentos de institucionalización con dictaduras cruentas, y afirma que Allende estaba convencido de que la tradición democrática chilena "era algo tan solido como una roca".

En su opinión, Allende tuvo un error de apreciación porque la oligarquía de ese país le había abierto la puerta a otras formas de resolver conflictos saltándose la hasta ese momento tradicional vía parlamentaria influenciada por fuerzas neofascistas.

Para Martínez, Allende intento profundizar en la democracia política incorporando elementos de democracia económica, pero ha indicado que la derecha "le abrió la puerta" al neofascismo, a los militares y a la CIA, y desplazó al Parlamento de la función que tuvo para resolver tensiones desde los mismos orígenes como nación.

En su opinión, actualmente la democracia en Chile está muy lejos de ser la que era en los tiempos del Gobierno de Unidad Popular y su desarrollo hacia niveles superiores "está frenada por el sistema electoral y la Constitución Nacional".

Sobre la personalidad de Allende, el escritor ha recordado que "era un hombre orgulloso que no estaba dispuesto a salir del país en un avión hacia un exilio dorado y había prometido salir de La Moneda con los pies por delante, así que su suicidio fue de alguna manera una forma de no asumir su propio fracaso personal".

El ensayo "Salvador Allende" comienza y acaba de la misma forma, como si se trazara un circulo, con el discurso final que pronunció el primer mandatario por la radio el 11 de setiembre de 1973 desde el Palacio de la Moneda, cuando estaba siendo atacado por las fuerzas militares al mando del general Augusto Pinochet.

Martínez retrata a la familia de Salvador Allende, describe sus experiencias como médico, su vida a veces extravagante, su afiliación a la masonería y analiza la repercusión mundial de su proyecto político.

El escritor galardonado pudo salir de Chile ayudado por la Iglesia Católica y por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas bajo protección de la Embajada española.

Trabajó en España como periodista hasta su nombramiento como traductor principal de la Comisión Europea en Bruselas.