El homenaje a las víctimas de la represión honra a las familias de los alcaldes fusilados

Ourense.-  El homenaje anual de Amigos da República a represaliados del franquismo se centrará el 14 de abril en las víctimas silenciosas representadas por la familia del último alcalde republicano de la ciudad, Manuel Suárez, fusilado en 1937, y por la del teniente republicano Víctor Pérez Bóveda, cuya fosa aún no fue localizada.

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(EFE)

Dolores Suárez Bretaña con una foto de su padre, Manuel Suárez, que fue alcalde de la ciudad de Ourense hasta ocho días después del estallido de la Guerra Civil, que le obligó a ocultarse durante meses hasta que fue hallado, juzgado, condenado y fusilado en el campo de Aragón, colindante con el cementerio de San Francisco, donde una fosa acogió los cuerpos de numerosos represaliados de la provincia.

La familia del alcalde Manuel Suárez estará representada por su hija Dolores Suárez Bretaña que, en declaraciones a Efe, recordó que el viernes 17 de abril se celebrará un acto en homenaje a las "víctimas silenciosas" de la represión en el que estarán ella y Manuel Pérez, en representación de todas.

Ambos homenajeados viven en la ciudad de Ourense y en el caso de Suárez Bretaña, en el barrio de As Lagoas, cerca de la vivienda de su familia en 1936, en la que se ocultó su padre durante meses hasta que fue encontrado en un cajón lleno de piñas y con doble fondo "en una de las numerosas visitas que nos hicieron agentes de la Falange cuya sede estaba en la planta baja del edificio", agregó.

Las vivencias de "Lolita" Suárez de aquellos meses son pocas, no porque tuviese sólo 12 años en aquel momento sino porque, antes de la sublevación encabezada por Francisco Franco, sus padres la enviaron de vacaciones a Huesca y ya no volvió a Ourense hasta 1937, poco antes del fusilamiento de su padre.

Su padre fue el alcalde de Ourense hasta ocho días después de que estallase la Guerra Civil y recordó que lo visitó una vez en el Ayuntamiento -en su sede actual de la Praza Maior- para enseñarle las notas del colegio "y desde entonces no fui capaz de volver a entrar en ese edificio", continuó.

Manuel Suárez fue apresado en febrero de 1937 y estuvo en la cárcel provincial -situada en la orilla del río Barbaña y hoy abandonada- hasta que fue juzgado en julio de ese año con otros 7 en una sesión celebrada en el "Paraninfo" del instituto Otero Pedrayo.

"Mi madre vio pasar el furgón el día 27 de julio con los 7 condenados a muerte por la calle que llevaba al cementerio de San Francisco y luego oyó los disparos con los que los mataron en el campo de Aragón -parcela colindante con el cementerio- y algunos tiros de gracia".

Desde entonces, la familia vivió con una tía al lado del cementerio y se alimentó de la comida que ella iba a buscar a los comedores sociales de la Falange.

Igual que Manuel Suárez, otros cinco alcaldes de la provincia de Ourense fueron fusilados o "paseados", según datos aportados por el historiador especializado en la represión franquista en Ourense Xulio Prada.

Así, las familias de Aquilino Sánchez Rodríguez, alcalde de O Carballiño, Benito Gallego Montero de Ribadavia, Carlos Reino Caamaño de Verín y Abdón Blanco García de O Barco de Valdeorras, son también "víctimas silenciosas" que estarán representadas por Lolita Suárez, según explicó a Efe el vicepresidente del colectivo "Amigos da República" Xosé Lois Carrión.

Todos ellos fueron "ejecutados" en el campo de Aragón, tras ser acusados de rebelión o traición y en compañía de otros como Manuel Suárez, fusilado con otros siete, el regidor de Ribadavia, Benito Gallego fusilado con otros tres ediles y representantes de entidades de su villa, y Carlos Reino, de Verín, fusilado con otros cuatro calificados "dirigentes del movimiento de rebeldía en Verín y comarca", según Prada.

La excepción fue Aquilino Sánchez cuya muerte se produjo en una curva próxima a Vilariño Frío (Montederramo), llamada "Arca Aberta", en el día de Todos los Santos de 1937 , durante su traslado desde la prisión de Ourense a la de O Barco de Valdeorras con otros tres.

El homenaje a todas las familias de fusilados, los "paseados", suspendidos de sus trabajos, encarcelados o represaliados de cualquier otra forma, se celebrará con una "cena-fiesta de la República" en un restaurante de las afueras de la ciudad a la que asistirán unas 400 personas, según los organizadores.