Ban condena la cadena de atentados que sembró el pánico en Bagdad

Naciones Unidas.-  El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó hoy la cadena de explosiones, aparentemente coordinadas, que sembró el pánico en Bagdad y causó 32 muertos, además de un centenar de heridos.

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(EFE)

Policías iraquíes inspeccionan los restos de un vehículo utilizado hoy en un atentado con coche bomba en Bagdad.

La portavoz de la ONU, Michele Montás, dijo que el secretario general del organismo está convencido de que el pueblo iraquí rechaza este tipo de "actos reprochables" que intentan provocar el estallido de la violencia sectaria.

Por ello, "insta a seguir adelante sin desanimarse con los esfuerzos para alcanzar una paz duradera y la reconciliación nacional", señaló la portavoz.

Agregó que el secretario general de la ONU traslada su pésame a los familiares de los fallecidos en los atentados que han sacudido la capital iraquí y sus alrededores.

En total, se produjeron las explosiones de seis coches-bomba, en prácticamente un período de dos horas, que afectaron a barrios suníes y chiíes.

Las autoridades iraquíes no han informado de quién puede estar detrás de estos ataques. Tampoco han confirmado las sospechas de que puede tratarse de una acción coordinada que no se veía en este país desde hace muchos meses.

Los atentados se producen después de varios días de relativa tranquilidad en este país, que vive años inmerso en un conflicto armado que se arrastra desde la invasión militar que encabezó EE.UU. en 2003 para derrocar el régimen del dictador Sadam Husein.

Los mayores niveles de violencia se registraron en 2006, según un informe de la misión de las Naciones Unidas en Irak, pero comenzaron a disminuir a finales del verano de 2007, entre otras razones por la vinculación de comunidades locales a las labores de defensa.

Precisamente este último papel de la población civil está ahora en crisis por las graves diferencias surgidas entre las milicias suníes de los Consejos de Salvación y el Gobierno de Nuri al Maliki, de mayoría chií, que ha recibido de EE.UU. el control de esos grupos.