Decenas de muertos y miles de damnificados en un seísmo en el centro de Italia

Roma.-  Decenas de personas han muerto, miles han quedado sin hogar y varios pueblos han sido destruidos por el terremoto de 5,8 grados de magnitud en la escala de Richter que sacudió esta madrugada la provincia los Abruzos, en el centro de Italia.

Luca Spalletini, portavoz del jefe del servicio de Protección Civil italiano, informó a Efe de que el número de víctimas originado por el terremoto en el centro de Italia ascenderá a "varias decenas".

El portavoz no pudo confirmar un número exacto de víctimas, porque se siguen recopilando datos y anunció una rueda de prensa para dar más detalles sobre la tragedia.

La mayoría de medios italianos han informado de que son al menos 27 las víctimas mortales del temblor, aunque el diario 'Corriere della Sera' recoge en su página web que son 31 los muertos y otros dicen que ascienden ya a cuarenta.

El primer ministro, Silvio Berlusconi, canceló el viaje oficial a Rusia que tenía previsto iniciar hoy y firmó el estado de emergencia nacional.

Son muchos los edificios desplomados en L'Aquila, capital provincial de los Abruzos, en cuyas proximidades se ha localizado el epicentro del seísmo que se produjo a las 03.32 horas (01.32 GMT), según medios de comunicación italianos.

La catedral de la ciudad sufrió daños y la cúpula de la iglesia de la Alma Santa, situada en el centro histórico, se derrumbó completamente.

El instituto religioso "Casa del Estudiante" se desplomó parcialmente y las religiosas del centro salieron a la calle a prestar ayuda a las personas aterradas por el suceso.

Los medios recogen testimonios de testigos que describen "pueblos destruidos" casi por completo y describen una situación trágica en la provincia, mientras Protección Civil informa de que hay de "miles" de evacuados con sus casa destruidas.

"Hay pánico. Hay pueblos destruidos casi por entero. Las madres, los hijos, las mujeres, hemos salido todos fuera", declaró uno de los supervivientes al diario italiano "Corriere della Sera".

"No sé cuántas personas han quedado bajo los escombros. Yo me encontraba con mi mujer en la cama en la segunda planta. En la primera estaba mi madre con mis hijos. Todos los techos han caído. No sé ni cómo hemos conseguido salir con vida", añadió.

Guido Mariani explicó al diario italiano "La Repubblica" que permaneció "durante tres horas bajo los escombros" y que "afortunadamente" dos vigas impidieron que un muro se le cayera encima.

Mariani aseguró que los que lo salvaron, retiraban los escombros con sus "manos desnudas", pero no pudo decir cuanta gente estaba atrapada en el bloque de viviendas en el que se encontraba.

Entre los fallecidos, hay al menos cinco niños que murieron cuando se desplomó su habitación en el hospital de San Salvatore dell'Aquila, según los medios.

El papa Benedicto XVI expresó su "consternación" por el terremoto y en un telegrama al arzobispo de L'Aquila, Giuseppe Molinari, afirma que comparte "el dolor de las queridas poblaciones" afectadas por el sismo y reza "por las víctimas y en particular por los niños".

Alrededor de 15.000 usuarios quedaron sin electricidad en la provincia, según precisó la empresa Enel al departamento de Protección civil y la carretera entre Roma y L'Aquila ha sido cortada por las autoridades.

El seísmo tuvo una magnitud de 5,8 grados en la escala de Richter y su epicentro se situó "a cinco kilómetros de profundidad", en un punto localizado "a pocos kilómetros de L'Aquila", según un portavoz del Centro Nacional de Terremotos.

El hecho de que el epicentro se situara en un punto tan cercano a la superficie provocó que fuera "más sentido por la población" y tuviera una intensidad "sustancial", añadió la misma fuente

Con anterioridad se produjeron movimientos sísmicos más débiles en la tarde y la noche del domingo, de 3,5 y 3,9 grados en la escala de Richter, lo que ha dado pie a una polémica sobre la posibilidad de haber advertido a la población.

Era "imposible prever" el terremoto de 5,8 grados de magnitud Richter que sacudió hoy el centro de Italia, dijo el jefe del servicio italiano de Protección Civil, Guido Bertolaso.

Berlusconi, instó hoy a "dejar a un lado la polémica" y a "ayudar a quien lo necesite".