El GP de Malasia, uno a uno: Brawn GP, dos de dos

La visita de la Fórmula 1 al circuito de Sepang evidenció, aún más, las diferencias entre los equipos con doble difusor y aquellos que no lo montan. En espera de las deliberaciones de la FIA ante la denuncia presentada por BMW contra Brawn GP, Toyota y Williams, Jenson Button es más líder del mundial... y ni siquiera el agua puede con él.

Zainal Abd Halim (REUTERS)

El coche de Button, durante la carrera.

1. Jenson Button (Brawn GP-Mercedes): Pronósticos confirmados. Apostar por el inglés a estas alturas de mundial es un seguro de éxito. La superioridad de su monoplaza en relación al resto le ha rescatado de una fuerte depresión moral, como evidencia su semblante risueño, que nada tiene que ver con el rostro apático de las últimas dos temporadas. Cierto, este triunfo vale sólo cinco puntos, pero Jenson sigue líder del mundial, y su estrella parece que se prolongará durante, al menos, dos carreras más, el tiempo que la F-1 permanecerá sobre suelo asiático.
2. Nick Heidfeld (BMW Sauber): Heidfeld es el primer piloto sin doble difusor que sube a un podio este año... y para lograrlo ha debido echar mano de una rocambolesca carambola. Nadie esperaba al alemán ahí, ni siquiera él mismo, pero una arriesgada elección estratégica, basada en un segundo 'stint' largo, acabó dando sus frutos. Sin lluvia, difícilmente habría ido más allá del sexto puesto, la realidad hoy por hoy en BMW.
3. Timo Glock (Toyota): Dos GG.PP. y otros tantos Toyota en el tercer escalón del podio. La escudería japonesa tiene un buen coche y la fiabilidad necesaria para acabar todas las carreras, pero sigue echando de menos ese plus de rendimiento para lograr su tan ansiada primera victoria. En cuanto a Timo, la cita malaya sirvió para afianzar su autoestima y representa un serio aviso para navegantes de cara al futuro.
4. Jarno Trulli (Toyota): La lotería de las paradas no previstas en los boxes apartó al italiano de un podio casi asegurado. Trulli firmó un primer 'stint' para enmarcar, y sólo el riesgo táctico de calzar gomas intermedias acabó apartándole del cajón. Su fin de semana en Malasia ha sido muy completo, ahora sólo queda esperar que los Brawn GP fallen alguna vez.
5. Rubens Barrichello (Brawn GP-Mercedes): Rubinho dio lo mejor de sí durante toda la carrera, aunque jamás estuvo a la altura de su compañero. Sin embargo, el brasileño no cometió errores y sólo las paradas en boxes no programadas le acabaron rezagando al quinto puesto, que no es en absoluto un mal resultado dadas las circunstancias.
6. Mark Webber (Red Bull-Renault): El australiano emuló al Sebastian Vettel de Australia y protagonizó las fases más emocionantes de la prueba... eso sí, esta vez con final más o menos feliz. Webber demostró que el Red Bull es, hoy por hoy, el mejor coche de los que ruedan sin doble difusor, tanto sobre suelo seco como bajo la lluvia. De hecho, se codeó con los Toyota, a los que llegó a superar en la pista para colocarse a las puertas del podio, pero, al final, su opción de calzar gomas intermedias le rezagó a la sexta plaza. Mereció más. Ah, y parece que el duelo entre Vettel y Webber no va a dilucidarse tan pronto como muchos esperábamos. Mejor para el espectáculo.
7. Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes): Hamilton volvió a sacar el mejor resultado posible de un GP muy difícil para él, quizá el más duro de su carrera deportiva. La polémica de Australia, solventada por los comisarios con su exclusión de la clasificación, acabó derivando en una dolorosa rueda de prensa, durante la que el campeón mundial pidió perdón, y en numerosas amenazas de retirada filtradas por su entorno más cercano. Nada más lejos de la realidad. El británico ya tiene en marcha una fuerte campaña de lavado de imagen para remendar el catastrófico error de equipo de Melbourne. No teman (o no se alegren tan pronto), Lewis seguirá dando guerra.
8. Nico Rosberg (Williams-Toyota): Rosberg mereció más que ningún otro piloto pisar el podio de Sepang. El alemán salió como un cohete desde la segunda fila, encabezó como un veterano el GP hasta su primera detención y, en adelante, peleó con los Toyota y los Brawn GP por el podio. Sin embargo, la mala planificación estratégica de Williams (una vez más) y un error de pilotaje acabaron rezagándole a la octava plaza, que le da apenas medio punto, un pobre resultado a tenor de lo demostrado sobre el asfalto. Ojo con él en China.

(EFE)

Los Ferrari no se comen un rosco. En la imagen, Raikkonen.

Mereció más:

Fernando Alonso (11º) estuvo muy cerca de pisar el podio. Sí, como lo leéis. El asturiano rodaba con una táctica muy similar a la de Nick Heidfeld, y sólo el inoportuno 'aquaplanning' de la vuelta 22 le birló los segundos necesarios para colarse entre los mejores. Fue una verdadera pena, porque hasta entonces, Fernando había vuelto a estar sublime con un coche que sigue a años luz de las expectativas generadas. Igual que en 2008, tocará sufrir, y puede que cuando los técnicos remedien la situación, no sólo los equipos con doble difusor lleven ya mucha ventaja, sino también, probablemente, McLaren, Ferrari y BMW. Ganar el mundial en 2009 empieza a sonar a quimera, aunque todavía es demasiado pronto para afirmarlo...

Los demás:

Force India volvió a quedarse fuera de los puntos por segunda carrera consecutiva, igual que... ¿Ferrari? Sí, Il Cavallino volvió a cubrirse de gloria durante el GP de Malasia, evidenciando cómo han cambiado las cosas desde que Jean Todt abandonó el equipo. El sábado, un despiste estratégico dejó a Massa fuera de la Q1, y el domingo, el hombre del tiempo del equipo arruinó la carrera a Räikkönen. Desde luego, la nueva jerarquía italiana empieza a recordar a la de principios de los noventa, donde cada carrera era una aventura y estaba poblada de despropósitos. ¿Ferrari es el mejor destino para Alonso?

La mala suerte de Kovalainen: dos carreras y dos abandonos en la primera vuelta. El pobre Heikki no se quita el gafe de encima. En Sepang fue un fallo técnico en la transmisión el que envió el MP4/24 del finés a la grava en la cuarta curva. McLaren no puede permitirse errores de este calibre si quiere ganar el mundial de constructores.

Los apuntes:

La FIA y sus deliberaciones: Una carrera más, Charlie Whiting y los suyos volvieron a tomarse su tiempo para deliberar sobre una incidencia de carrera. En Melbourne invirtieron tres vueltas en sacar el coche de seguridad tras el accidente de Kazuki Nakajima; en Malasia tardaron 50 minutos en hacer caso al unánime clamor de los pilotos y suspender la carrera.

Los difusores: como estaba previsto, Sepang acentuó aún más las diferencias entre los coches con y sin doble difusor. Un circuito liso y sin irregularidades como el malayo permitia rodar a Brawn, Williams y Toyota del orden de más de un segundo por vuelta más rápidos que los demás. BMW ha denunciado a todos ellos por presuntas "ilegalidades técnicas", aunque resulta curioso descubrir cómo, hace ahora doce meses, todos los equipos que ahora se quejan de Brawn GP rechazaron unitariamente una oferta de Ross Brawn para clarificar la norma al respecto. Así que, señoras y señores, aplíquense el cuento. A copiar toca.

El KERS sirve para algo: en Australia nos quedó claro que el KERS no favorece los adelantamientos. Al salir de Malasia, ya sabemos que, por lo menos, resulta de gran ayuda en las salidas. Todos los pilotos que lo montaban ganaron un promedio de dos posiciones en la arrancada, y hasta los hubo, caso de Alonso, que superaron a cinco rivales. A partir de entonces, lo de siempre: 30 carísimos kilos de lastre innecesario.