Bolivia jugó ante Argentina como en los tiempos de Azkargorta

Buenos Aires.-  Bolivia apagó el fuego argentino que había encendido Diego Maradona con una goleada histórica, un 6-1 que tiene méritos porque no se trató de un accidente, sino el producto de una actuación memorable, aplastante.

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(EFE)

Los jugadores de la selección de Bolivia celebran tras ganarle a Argentina por 6-1 durante el partido por las eliminatorias sudamericanas al Mundial.

El partido lo ganó Bolivia de principio a fin, aunque lo que llame la atención sea la derrota albiceleste, que al fin y al cabo resultó corta si se tiene en cuenta que su mejor jugador fue el portero Juan Pablo Carrizo.

Este equipo de Erwin Sánchez, en su mejor versión pese a haber vencido anteriormente a Paraguay por 4-2 en el estadio Hernando Siles, se pareció al que dirigía el vasco Xabier Azkargorta, aquel que se clasificó para el Mundial de Estados Unidos'94.

Esa selección con 'El Diablo' Etcheverry, Carlos Borja, Milton Melgar, 'Chocolatín' Castillo, y el mismo 'Platiní' Sánchez, entre otros, le ganó en aquellos tiempos a Brasil, equipo que nunca había perdido en eliminatorias de los mundiales, y dejó una huella imborrable en el fútbol sudamericano.

Y llegó al Mundial estadounidense anímicamente fortalecido por el tan mentado discurso del 'Bigotón' Azkargorta sobre la importancia de la autoestima a la hora de chocar contra la presunta superioridad histórica de los rivales.

Este combinado boliviano de Didí Torrico, Álex da Rosa, Joaquín Botero y Marcelo Martins jugó ante los de Maradona con carácter, creatividad, dinámica, concentración y soltura e hizo estragos con su rival en todos los sectores del campo.

Argentina había ganado ante Bolivia en La Paz en las eliminatorias del Mundial de Alemania 2006 (1-2), y cuatro años antes de aquello consiguió un empate (3-3) en el camino hacia el de Corea-Japón 2002, en el mismo escenario en el que este miércoles perdió por goleada.

La altitud es la misma, pero es bien distinta esta selección boliviana con respecto a aquellas, y su actitud sí se parece al de aquel equipo de los noventa.

También asomó distinta la selección argentina, aturdida y sin respuestas individuales y colectivas ante tanta supremacía del equipo local, después de tres victorias, dos de ellas en Europa, con 'Pelusa' en el banquillo.

Maradona, derrumbado por aquello de que "a veces la realidad supera a la ficción", como dijo tras la victoria ante Venezuela (4-0) del sábado pasado, admitió que Bolivia "ganó bien" y que no tenía "nada qué decir" con respecto al resultado.

"Ahora hay que volver a empezar", comentó, frase con la que ha reconocido que la tremenda derrota sufrida en La Paz diluye buena parte del entusiasmo que provocó el equipo en el primer tramo de su experiencia como seleccionador.

Una cosa es jugar mal y otra que el rival impida jugar con un rendimiento superlativo y con un oportunismo demoledor.