Manifestantes exigen la renuncia de Vejjajiva tras rodear la sede del Gobierno

Bangkok.-  El primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, rechazó hoy los llamamientos para que renuncie, de miles de manifestantes que por segundo día consecutivo rodean la sede del Gobierno en Bangkok.

Cerca de 30.000 seguidores del Frente Unido para la Democracia y Contra la Dictadura (UDD) continuaron con el cerco y el bloqueo de todos sus accesos, después de que el jueves marcharan desde la plaza de Sanan Luang, en el casco viejo de Bangkok, hasta el palacio gubernamental, en cuyo interior están apostados varios cientos de policías y soldados para impedir un asalto.

Los manifestantes, llamados los "rojos" por el color de las prendas de ese color que visten, son partidarios del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, depuesto por los militares en 2006 y en el exilio desde agosto del año pasado, tras haber sido condenado a dos años de prisión por un delito de corrupción.

El primer ministro dijo a la prensa que las fuerzas de seguridad no recurrirán al empleó de la violencia para disolver a los manifestantes, aunque advirtió de que ha dado la orden de impedir que los manifestantes irrumpan en el interior del recinto gubernamental.

"Estoy seguro de que la mayoría de los tailandeses no aprueban los métodos violentos", dijo el Vejjajiva.

Los líderes de los manifestantes aseguran que la protesta persistirá mientras Vejjajiva, a quien acusan de haber sido elegido primer ministro con ayuda del Ejército y del Poder Judicial, continúe al frente del Gobierno.

Señales de que la protesta durará algunos días, son la aparición de puestos de socorro, distribución de alimentos y agua, y reparto de camisetas rojas, así como el escenario con grandes altavoces que han montado en torno a la sede del Gobierno, y desde el que los políticos de la oposición arengan a sus seguidores.

Los jefes del Frente Unido cancelaron a última hora el plan de concentrar a varios miles de manifestantes ante la residencia del influyente presidente del consejo privado del Rey, Prem Tinsulanonda, quien está misma semana mantuvo un cruce de acusaciones con Shinawatra, por medio de la prensa tailandesa.

Shinawatra, que cuenta con el respaldo de la UDD, acusó a Tinulasonda y al resto de los consejeros privados del monarca de haber urdido el golpe de Estado incruento que le apartó del poder que retuvo durante cerca de cinco años.

Por su parte, el presidente del consejo real negó que alguno de sus miembros hubiera tenido relación con la última asonada militar y acusó a Shinawatra de querer dividir al país.

"Por favor, tened claro que los consejeros privados no tienen ninguna responsabilidad con este asunto en absoluto", declaró al diario "Bangkok Post" Tinsulanonda, un ex general que durante la década de los ochenta ocupó la jefatura del Ejecutivo.

Desde el golpe de Estado, la sociedad tailandesa está dividida entre los simpatizantes de Shinawatra y sus detractores, que desde el pasado diciembre capitanean el Gobierno, en parte, gracias a las insistentes protestas callejeras que la Alianza del Pueblo para la Democracia (APD) llevó a cabo durante la segunda mitad del año pasado.

Las manifestaciones de la Alianza, conocidos como los "camisetas amarillas", alcanzaron su momento álgido el pasado noviembre cuando sus partidarios ocuparon de la sede del Gobierno los dos aeropuertos de Bangkok durante una semana, después de controlar por espacio de tres meses la sede gubernamental con la finalidad de bloquear la gestión del Ejecutivo.

El Ejército, que se negó a hacer efectivo el estado de excepción decretado entonces por el Gobierno, no impidió la toma de los aeropuertos, cuya seguridad tiene encomendada.

Las movilizaciones terminaron en diciembre a raíz de que el Tribunal Constitucional ordenara la disolución de los principales partidos de la coalición gubernamental, por fraude electoral.

A los pocos días de la decisión judicial, Vejjajiva fue elegido primer ministro en el Parlamento con los votos de una coalición de partidos reforzados con la afiliación de varias decenas diputados tránsfugas.