El Ayuntamiento de Mérida destina unos 37.000 euros a ayudar a la atención a inmigrantes

Mérida.-  El alcalde de Mérida, Ángel Calle, ha informado hoy de que el Ayuntamiento destina este año unos 37.000 euros al convenio que mantiene con la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) para atender a inmigrantes, un programa que en 2008 benefició a unas 500 personas y este año a más ya que cada mes se atiende a unas 200.

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(EFE)

El alcalde de Mérida, Angel Calle. EFE/Archivo

Así lo han explicado, en una rueda de prensa, tanto Calle como el coordinador local de CEAR, Manuel García, tras una reunión en la ciudad del Consejo Interterritorial de CEAR.

Para el alcalde, la actividad de este entidad "ennoblece" a la ciudad porque ayuda a personas "en serio riesgo social", por lo que el Ayuntamiento incrementa su apoyo económico, que en 2008 fue de unos 35.000 euros.

También ha manifestado su satisfacción por el hecho de que el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, anunciara ayer que el Gobierno repondrá el Fondo de Apoyo a la Acogida e Integración de Inmigrantes, que había sufrido un recorte de 59 millones de euros.

Según Calle, el recorte afectaba a la ayuda que pueden ofrecer los ayuntamientos y las comunidades autónomas.

Por su parte, García ha explicado que el centro emeritense de CEAR, que funciona desde 1999, tiene una capacidad de 40 plazas y que ahora está lleno.

A su vez, el secretario general de (CEAR), Alfredo Abad, ha manifestado hoy estar satisfecho por el anuncio del Gobierno de reponer el Fondo de Apoyo a la Acogida de Inmigrantes, pero también su preocupación por posibles "recortes de derechos" en las futuras leyes de Asilo y Extranjería.

Para Abad, es un motivo de "celebración" este anuncio ya que permitirá mantener las actividades como los procesos de refuerzo educativo y, en general, de integración social de los inmigrantes.

Ha agregado que la limitación de recursos hubiera afectado notablemente a los programas de refuerzo educativo y de integración que desarrollan administraciones públicas como las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

Sin embargo, ha señalado que CEAR está preocupada por dos cuestiones, una de ellas el hecho de que la crisis económica pueda provocar "brotes de racismo y xenofobia", y la otra los procesos legislativos de las de las futuras leyes de Asilo y de Extranjería.

Sobre este último punto, ha explicado que "en ambos hay un recorte de derechos", a lo que ha agregado que "el recorte de derechos de algunos no es el recorte de derechos específico de esas personas sino que los derechos humanos de todos sufren menoscabo".

En cuanto a la futura Ley de Asilo, Abad considera que el asilo es "una figura de protección internacional", según la Convención de Ginebra, que "está muy cuestionada por todos los excesos en los controles y la preocupación de los estados por la seguridad, las políticas antiterroristas han afectado seriamente a esta figura".

Acerca de la de Extranjería, ha señalado que sucede lo mismo porque se limitan, en su opinión, derechos "básicos" como los de reagrupación familiar y "la obligación jurídica que tienen las personas a prestar auxilio a aquel que está indocumentado".