Los antiabortistas se pican por la ausencia del PP

"Lo mejor que pueden hacer los 'populares' es quedarse en Génova". Así reaccionaban los convocantes de la 'Marcha por la Vida', que se celebrará este domingo, al conocer que el PP no acudirá al acto. Jesús Poveda, presidente de Pro-Vida y autor de estas palabras, insistía en que no les preocupa esta ausencia ya que la suya será "una manifestación civil y civilizada" y "no política". Su lucha "abolicionista", como así la llaman, pretenden que sea una "guerra callejera contra la Ley de Aído".

(EFE)

Arias Cañete, Acebes y Trillo con la familia.

Esto decía durante la rueda de prensa de presentación del acto convocado por Derecho a Vivir, HazteOir.org, Médicos por la vida y ProVida Madrid. Al término de la comparecencia, Poveda aseguraba que si los 'populares' deciden cambiar de opinión a última hora, "serán bienvenidos".

La ausencia del PP, que en todo momento se ha postulado en contra de la reforma de la ley del aborto, no es lo que esperaban inicialmente los convocantes. El propio Poveda ha reconocido que se pusieron "en contacto con distintos políticos y diputados" para llamarles al acto que comenzará el domingo a las 12 de la mañana y que discurrirá entre el Ministerio de Igualdad y la Plaza de las Cortes.

Y es que esta actitud pasiva no es a la que nos tenía acostumbrados el Partido Popular. Durante la pasada legislatura, el PP se echó a la calle en distintas ocasiones para protestar por las decisiones de Zapatero. Fueron muy sonadas la manifestación contra ETA de febrero de 2007 y la celebrada en el mes de marzo de ese año en contra de la prisión atenuada del etarra De Juana Chaos. Pero sobre todo, lo fue más la del 18 de junio de 2005 convocada por el Foro de la Familia en contra los matrimonios homosexuales y en la que estuvieron distintos miembros del PP. Eduardo Zaplana, entonces portavoz del Partido Popular en el Congreso; Ángel Acebes, secretario general del PP; Ana Pastor, responsable de asuntos de educación y familia; Miguel Arias Cañete, también miembro de la dirección popular; y Federico Trillo, diputado 'popular', fueron algunos de los rostros que se vieron en la marcha. Ninguno está ya en la primera plana del PP.

Para José Miguel García Rodríguez, miembro de la presidencia de Universitarios por la Conciencia Social (UCS), resulta "incomprensible la ausencia del PP". "Lo que buscan ahora es sacar rédito electoral y que todos sus votantes estén contentos", ha asegurado. De ahí se explica que no se mojen a pesar que hace sólo una semana María Dolores de Cospedal, portavoz del PP en el Congreso, reconociese su intención de votar en contra de la nueva ley reguladora, "cuando ésta llegue al Parlamento".

Separación en la lucha

La marcha del domingo tendrá como objetivo demostrar al Gobierno "que el público no está a favor del aborto", ha dicho Fernando Larraín, de SOS Familia. Precisamente eso es lo que pretenden transmitir los firmantes de la Declaración de Madrid a la ministra Bibiana Aído durante la reunión que mantendrán la próxima semana. "Pediremos que se mantenga la actual ley y que se cumpla. Así habría sólo 2.000 abortos, que son los que se hacen en la Sanidad pública", ha explicado Jesús Poveda, "una vez que la ley actual se cumpla, intentaremos abolirla".

Entre las alrededor de cien entidades cívicas que asistirán al acto del domingo, no estará la Conferencia Episcopal que tan activa estuvo en esta lucha durante la semana pasada. Los obispos no acudirán como institución a la manifestación —sí se espera que se haga a título personal—, aunque tienen previsto otros actos independientes para esta 'Semana por la vida'.

Gador Joya, portavoz Derecho a Vivir (DAV), aseguró esta mañana que la Iglesia tiene preparado para hoy, con motivo del Día del Niño por nacer, una misa oficiada por el Cardenal Rouco Varela en favor de la vida y en contra del aborto. Al fin y al cabo, "es lo que mejor saben hacer", ha dicho.

La movilización antiabortista de la Conferencia Episcopal ha puesto en pie de guerra a Hermandades y Cofradías de Semana Santa, a la vez que ha provocado fuertes divisiones. De hecho, se ha originado una batalla interna ya que en algunas ciudades se han postulado en favor de usar las ya populares fiestas contra esta lucha, mientras en otras lo han rechazado tajantemente. Es el caso de la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Zamora cuyo presidente aseguró el domingo que "son problemas ajenos a la Semana Santa".