El juicio contra Fritzl en Austria empieza con una sátira contra los medios

Sankt Pölten (Austria).-  Una sátira contra los medios de comunicación y una protesta contra el desamparo de los menores que sufren abusos tuvo lugar hoy frente al edificio del tribunal en el que es juzgado Josef Fritzl, el jubilado austríaco que encerró y violó a su hija durante 24 años.

"Esto tiene poco que ver con la realidad, es un producción de Hollywood. Aquí los medios tratan de llenar una cuota de pantalla gracias al sufrimiento de las víctimas", explicó el dramaturgo Hubsi Kramar a un grupo de periodistas.

Cientos de reporteros y decenas de equipos de televisión se han congregado en la pequeña ciudad de Sankt Pölten, situada a 65 kilómetros de Viena, para cubrir el juicio más mediático de Austria en las últimas décadas.

Kramar es conocido en la república alpina por la mordacidad de sus críticas sociales, que lo llevó antes del juicio a estrenar una obra titulada "Pensión Fritzl", que causó un gran revuelo y se convirtió en un ataque al amarillismo de la prensa en la explotación del caso.

"Las víctimas logran cuotas" fue uno de los eslóganes de un montaje teatral que mezcló números musicales con proyecciones y actores reales para crear la "sátira mediática definitiva", según sus creadores.

Dos actores de la obra atrajeron hoy la atención de todas las cámaras ya que uno apareció vestido con un mono blanco al que estaban unidos muñecos desnudos de bebés y otro con una cruz con juguetes que representaban a menores.

Al mismo tiempo, miembros de la organización no gubernamental (ONG) "Resistencia por la paz", se manifestaban con carteles con lemas como "Vergüenza para Austria" por lo que consideran como leyes tolerantes con delitos como la pedofilia.

"Hemos aprovechado la presencia de los medios para pedir al Gobierno austríaco que actúe", aseguró a la prensa Peter Rosenauer, portavoz de la plataforma.

Esta ONG arrojó al suelo varios muñecos con manchas de sangre, rotos y sucios, para reflejar la situación de los menores que sufren maltratos y abusos.

Alrededor del edificio del tribunal se han levantado unas barreras policiales custodiadas por decenas de agentes para evitar cualquier intento no autorizado de acceder al edificio, mientras que las emisoras de televisión se han colocado un estrado frente a la entrada.

Decenas de unidades móviles de canales internacionales están desplegados en el aparcamiento del centro de prensa y en los alrededores del tribunal, y las autoridades han instalado una carpa para albergar a los centenares de informadores interesados en cubrir el proceso.

El municipio de Sankt Pölten trata de ofrecer material turístico sobre la ciudad para aprovechar la presencia de los medios, y ha distribuido, entre otras, una hoja en castellano titulada: "No siempre tiene que ser el Camino de Santiago".