Cada año a partir de los 35 se pierde un 1,5 por ciento de capacidad renal

Zaragoza.-  La hipertensión, la diabetes, la obesidad, el sobrepeso y el sedentarismo son factores de riesgo en la insuficiencia renal crónica, una patología que va en aumento debido al envejecimiento de la población, ya que cada año a partir de los 35 se pierde un 1,5 por ciento de capacidad renal.

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(EFE)

La hipertensión, la diabetes, la obesidad, el sobrepeso y el sedentarismo son factores de riesgo en la insuficiencia renal crónica, una patología que va en aumento debido al envejecimiento de la población, ya que cada año a partir de los 35 se pierde un 1,5 por ciento de capacidad renal.

Así lo han puesto de manifiesto hoy, Día Mundial del Riñón, los nefrólogos Javier Paúl y Luis Miguel Lou, del servicio de Nefrología del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, quienes han insistido en la prevención y en la estrecha relación que existe entre la hipertensión arterial y las enfermedades renales y en la necesidad de controlar la presión arterial.

En Aragón se estima que un 8 por ciento de la población padece insuficiencia renal crónica y entre los que ya no les funciona el riñón, entre 900 a 1.000 por millón está en tratamiento mediante las diferentes formas de diálisis o ha recibido un trasplante.

Así, alrededor de 500 pacientes se someten en la Comunidad aragonesa a diálisis en los diferentes centros de Zaragoza, Huesca y Teruel y 1.040 han recibido un trasplante de riñón, desde que el Hospital Miguel Servet comenzó a realizar este tipo de intervención.

De esos 1.040, unos 750 pacientes han tenido una evolución favorable y viven con un riñón nuevo y funcionando, ha afirmado Paúl, uno de los coordinadores del Programa de Trasplantes del Servet, de referencia en Aragón para riñón y corazón.

Se refirió a los trasplantes para señalar que uno de cada mil aragoneses tiene un órgano injertado, riñón, hígado o corazón, y que en España la tasa de donación, de 32,4 por millón, es de las mejores del mundo y que se ha optimizado la captación de donantes, además de reducir hasta el 15 por ciento las negativas familiares.

Asimismo se está incentivando la donación de donante vivo, entre hijos, padres y sobre todo marido y mujer, que en España se encuentra en el 8 por ciento, un porcentaje bajo en comparación con los países anglosajones del 40 al 50 por ciento.

La donación en vivo es una terapia bien estudiada y buena para el receptor, además de que ofrece mejores resultados que con los órganos de cadáveres, ha explicado este nefrólogo, quien ha recordado que en el Servet en los últimos quince meses se han realizado cinco trasplantes de riñón de donante vivo, el último de ellos por laparoscopia.

Para Paúl, la previsión para los trasplantes de donantes vivos es crecer hasta llegar a entre el 10 al 15 por ciento, y efectuar unos cinco o seis anuales.

En estos momentos se estima que entre 55 y 75 personas están en lista de espera en Aragón para recibir un riñón, cuya demora suele estar entre los 2,5 a 3 años, que según este nefrólogo es menor que en otros países, aunque ha reconocido que "un día ya es mucho tiempo cuando alguien tiene una patología crónica".

También se ha referido al proyecto de donación cruzada que tiene en marcha la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), que está en sus inicios y que será una realidad en los próximos meses.

Mediante este proyecto, la ONT hará una especie de banco de órganos de pacientes para que las personas que necesiten un riñón y no puedan obtenerlo de sus familiares, por ejemplo por incompatibilidad, puedan intercambiar los órganos con otra familia que se encuentre en las mismas circunstancias.

Este nefrólogo ha señalado que la insuficiencia renal crónica es más frecuente a partir de los 65 años -aunque desde los 35 cada año se pierde un 1,5 por ciento de capacidad renal-, unos pacientes que gracias a la calidad de la diálisis actual pueden estar más tiempo en lista de espera para un trasplante.

En este sentido, ha informado de que antes no se aceptaban donantes de esas edades y en cambio ahora sí, algo similar a lo ocurrido con los receptores, que ahora también son de más edad.

Sobre la diálisis, Luis Miguel Lou ha señalado que se ha perfeccionado mucho en los últimos años y que tanto el Servet como el Hospital Clínico están impulsando un proyecto para que este tratamiento pueda efectuarse en la casa del paciente, tanto la hemodiálisis como la peritoneal.

Para ello, es necesario formar durante un mes al paciente que conseguirá mayores beneficios al no tener que acudir tres días a la semana a dializarse al hospital.

Sobre la diálisis peritoneal, que la puede realizar uno mismo mientras duerme, y que en Aragón sólo supone el 2 por ciento de este tipo de tratamientos, ha señalado que gracias a la mejora de los productos empleados se está intentando llegar al 10 o 20 por ciento, aunque no está indicada para todas las personas porque se necesita mucho cuidado para evitar las infecciones.