Oreja para Mas y apuntes de Saldívar en el primer festejo de la temporada en Las Ventas

Madrid.-  El novillero José Manuel Mas cortó hoy la primera oreja de la temporada en Las Ventas, en una función en la que gustaron también las formas del mexicano Arturo Saldívar, mientras que Abel Valls dejó entrever que anda ya pensando únicamente en su inminente alternativa en Castellón.

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(EFE)

El novillero José Manuel Mas. EFE/Archivo

FICHA DEL FESTEJO.- Cuatro novillos de "La Dehesilla" y dos -primero y cuarto-, de José Luis Pereda, bien presentados, aunque desiguales de hechuras, y de juego también variado. El mejor, el sexto, Primero y segundo, nobles y sosos, también fueron toreables. El tercero, áspero y un punto violento, el más deslucido. Cuarto y quinto tampoco dieron facilidades.

Arturo Saldívar: pinchazo y estocada (silencio tras un aviso); y estocada (ovación).

Abel Valls: pinchazo y estocada casi entera (silencio); y estocada y un descabello (silencio tras un aviso).

José Manuel Mas: estocada ligeramente caída y trasera (palmas); y estocada (una oreja).

Arturo Saldívar fue atendido en la enfermería, tras la lidia del cuarto, de "herida en la base del labio inferior, que precisó de tres puntos de sutura. Pronóstico leve".

La plaza tuvo algo más de un cuarto de entrada en tarde soleada.

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MAS APROVECHA SU OPORTUNIDAD

Tardó en romper la tarde. La novillada con que se abrió hoy la temporada en Las Ventas no ayudó mucho. Sólo el sexto fue novillo de triunfo; y ahí estuvo José Manuel Mas para aprovecharlo y no dejar escapar la posibilidad de puntuar en una plaza en la que es viejo conocido.

La faena tuvo pasajes muy sentidos. Mas se abrió de capote con bonitas y arrebatadas verónicas, provocando el primer runrún del tendido, que hasta ese momento se había mostrado muy frío toda la tarde. Cierto que el novillo apenas fue picado, secreto para que llegara más entero a la muleta, donde se movió con clase y con más emoción.

Mas lo entendió desde el principio, y dándole distancia toreó con temple y largura, con empaque y mano muy baja, principalmente por el pitón derecho, el mejor del animal. En las probaturas, ya dejó el madrileño muletazos sueltos de cierta clase, pero hasta la cuarta serie, ligada y profunda, no llegó a coger altura al trasteo.

La pena fue que por el lado izquierdo el novillo protestó más y la labor perdió continuidad. Volvió Mas a la carga de nuevo por el derecho para firmar otra notable serie, intercalando detalles muy a modo, que, sumado a una gran estocada fue suficiente para pasear el trofeo.

Con su primero, sin embargo, anduvo desdibujado. El novillo, violentón y con la cara natural, fue incómodo, pero Mas tampoco resolvió. Acelerado y siempre al hilo del pitón, el madrileño anduvo también desconfiado, razón por la que decidió no darse demasiada coba e ir pronto a por la espada.

También gustaron las elegantes formas y el aplomo del mexicano Arturo Saldívar, que en su segundo paseíllo en Las Ventas demostró que ya está capacitado para competir con los novilleros "mandones" del escalafón.

Con el novillo que abrió plaza realizó una labor de mucho gusto. Compone muy bien la figura, es valiente y torea con hondura y despaciosidad. El utrero, noble aunque soso, supuso un hándicap, pues sumado a la extrema frialdad del público, su labor apenas obtuvo reconocimiento.

El cuarto fue más exigente; y ahí se vio a un Saldívar asentado y con el oficio aprendido para resolver la papeleta de forma airosa. La ovación que saludó fue reconocimiento al tesón y la voluntad.

Y Abel Valls no tuvo su tarde. No le correspondió un lote propicio, pero tampoco él supo resolver. Dejó pasajes sueltos frente a su primero, pero se nota que la cabeza ya la tiene puesta en la alternativa dentro de una semana en su tierra, Castellón.