Una tejedora recupera materiales y técnicas de telar de las montañas de Ourense y Lugo

Ourense.-  La tejedora artesana Concha Outeiriño ha recuperado materiales y técnicas utilizadas en telares tradicionales que descubrió en viviendas de las montañas de Ourense y Lugo y ahora los enseña a alumnos y padres de la escuela de danza "Castro Floxo".

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(EFE)

La tejedora artesana Concha Outeiriño en su taller de Ourense, con varios ovillos de hilo color rojo, entre ellos los de color roja "sangre", utilizado en la elaboración de trajes tradicionales de Galicia y que recuperó junto con otros materiales y técnicas del telar.

Outeiriño explicó a Efe que tiene varios telares en su taller del barrio de As Camelias, en Ourense, donde comenzó a trabajar con su hermano Antonio -fallecido hace años- tras terminar los estudios de COU y mientras pensaba iniciar los estudios de Bellas Artes.

El trabajo iniciado con su hermano supuso dedicar todos los fines de semana, durante años, a recorrer las zonas más interiores de Galicia para ampliar los conocimientos del telar transmitidos por su abuela y los de un artesano argentino que les enseñó a hacer camisas de lino y algodón.

En uno de los viajes, los hermanos Outeiriño descubrieron semillas de linaza -semejante al lino- y obtuvieron varias producciones de gran calidad que luego tuvieron que enviar a Portugal donde una familia de mujeres se dedicó a hilarlo y a enseñarles a hacerlo.

"Ese contacto con ellas nos involucró en la recuperación de la fiesta del lino en Guimaraes durante 5 años porque nuestras socias se decidieron finalmente a sembrarlo, recogerlo e hilarlo y eso reunió a mucha gente durante varios días en torno a estas labores", dijo.

Los "descubrimientos" siguieron después de que el grupo de danzas Castro Floxo pidiese a los hermanos Outeiriño que renovase su baúl de trajes tradicionales.

"Tuvimos que buscar telares, hilos, puntos, procesos de teñido y otros materiales para elaborar prendas de vestir tradicionales semejantes a las que nos mostraron en Castro Floxo que podían tener más de cien años", agregó.

En su recorrido, Concha Outeiriño aprendió a tejer con el punto llamado "gorullo" o bucle, muy utilizado en cobertores de camas y alfombras, y con el "nido de abeja" para camisones y camisas.

Ambos puntos eran conocidos por una vecina de San Martiño (Viana do Bolo) de la que Outeiriño recordó que se llamaba "Esperanza" -ya fallecida- y era propietaria de un telar instalado en el gallinero de la casa "en condiciones penosas".

Esperanza también mostró a Concha la elaboración en el telar de alfombras y piezas de lino y algodón entretejidos con plumas de gallina y los hermanos Outeiriño orientaron lo aprendido a productos "más contemporáneos" como vestidos de plumas de colores que tuvieron "gran éxito" en una exposición de Barcelona.

El siguiente reto fue teñir los tejidos pues los trajes tradicionales gallegos tienen colores como el rojo "sangre" y el amarillo "dorado" muy difíciles de obtener para Concha hasta que Elisa, vecina de O Courel de Lugo, le explicó que el rojo "sólo se obtiene tras añadirle el amoníaco de la orina" y el amarillo debe fijarse con cáscara de cebolla.

Tras la muerte de su hermano, Concha continuó con el taller en Ourense y siguió recuperando tradiciones casi perdidas como la de elaborar la pieza de tela llamada "picote", del traje tradicional, utilizada para cubrir la cabeza o como mandil.

Ahora utiliza lino belga y para teñir envía los tejidos a un tintero de Valencia pero todo lo aprendido forma parte de las materias que imparte varias veces a la semana en la escuela de danzas Castro Floxo, donde 28 alumnos asisten a clases de bailes tradicionales mientras sus padres aprenden a tejer en telar y a elaborar los trajes.

La artesana Outeiriño ha hecho fundas para las gaitas de Carlos Núñez, el vestuario de la serie de televisión "As leis de Celavella", trajes de boda por encargo y combinaciones de lino y cuero como innovación, como algunas prendas encargadas por el cantautor Joan Manuel Serrat y otros.

Un vestido de plumas elaborado por Concha forma parte de la exposición "Cociñarte", de la Casa da Xuventude de Ourense, en la que 19 artistas gallegas muestran su obra en diferentes ámbitos como pintura, escultura, literatura y fotografía.