La industria nipona del motor reavivará su producción para la primavera

Tokio.-  Los fabricantes nipones de automóviles planean reavivar su cadena productiva a partir de la primavera en Japón, tras sus fuertes recortes de producción destinados a rebajar los niveles de inventario.

La llegada del nuevo año fiscal, que arranca el 1 de abril en Japón, traerá consigo síntomas de reactivación para la industria nipona del motor, de acuerdo con los planes de Toyota, Nissan y Mitsubishi Motors.

La previsión de los grandes fabricantes de automóviles de volver a aumentar poco a poco los niveles de producción en sus plantas de Japón, entre finales de marzo y mayo, permitirá impulsar a la economía doméstica.

La caída de la demanda global de vehículos durante los últimos meses, que situó las ventas de automóviles nuevos de enero en Japón un 27,9 por ciento por debajo de las cifras del mismo mes de 2008, se tradujo en una acumulación de inventario para los fabricantes.

Dado que los ritmos normales de producción no se veían correspondidos con las ventas, las compañías niponas comenzaron a anunciar paros en la producción de sus plantas.

El primer fabricante nipón de automóviles, Toyota Motor, decidió suspender la producción entre febrero y marzo en todas sus fábricas de Japón durante once días y paralizar las operaciones nocturnas en la mayoría de sus plantas.

Mitsubishi, que en noviembre ya anunció sus planes de recortar la producción en las cinco plantas que tiene en Japón y prescindir de un millar de empleados temporales y a tiempo parcial, dijo en enero que el recorte sería aún mayor en su principal fábrica del país.

Nissan, por su parte, redujo su producción global un 54 por ciento en enero y anunció a principios de febrero el despido de 20.000 trabajadores en todo el mundo.

Al parecer estas medidas, que provocaron en enero la mayor caída de la producción de vehículos en Japón desde 1967, del 41 por ciento respecto al mismo mes del año anterior, no han sido en balde.

Las jornadas sin actividad manufacturera han servido para descender el volumen de inventarios de los fabricantes, lo que les permitirá empezar a aumentar de nuevo la producción en el próximo trimestre.

Por ejemplo, Toyota, cuyo objetivo era reducir entre 400.000 y 500.00 vehículos sus inventarios, planea incrementar su producción doméstica desde mayo en torno a las 200.000 unidades mensuales.

Para Mitsubishi y Nissan, la reactivación de sus plantas llegará antes, alrededor del comienzo del año fiscal en Japón el 1 de abril.

Si bien Mitsubishi mantendrá el recorte de producción durante el mes de marzo, ha anunciado que ya será menor a partir de entonces y que las medidas aplicadas en febrero han permitido reducir sus inventarios.

El inicio de esa revitalización llegará desde abril a las plantas de Nissan, que todavía intensificará en marzo sus actuales recortes de producción doméstica por la necesidad de seguir ajustando los inventarios.

Al finalizar febrero, los inventarios de Nissan se habrán reducido un 20 por ciento, hasta cerca de 500.000 unidades, pero aún pretende contraerlos hasta 480.000 unidades a finales de marzo.

Con esas cifras de almacenamiento, la compañía planea empezar a agilizar los procesos productivos.

La puesta en marcha en abril de una medida de beneficio fiscal por parte del Gobierno nipón para aquellos consumidores que adquieran un coche ecológico podría ayudar a estimular la demanda y a que los aumentos de producción tuvieran continuidad.

Puesto que la industria auxiliar del automóvil se ha visto igualmente afectada por los recortes de las firmas automovilísticas, también se espera que la leve recuperación en el sector se vea contagiada.

Sin embargo, esa incipiente recuperación de las grandes empresas niponas del motor no se prevé que les reporte en un corto período ni siquiera una aproximación a sus resultados de los últimos años.

La previsión de Toyota sobre su producción de mayo, por ejemplo, es todavía de un 40 por ciento menor a la generada en el mismo mes del año anterior.