Frost contra Aznar

Los Aznar cenan frente al televisor viendo la tertulia de Intereconomía. Ana manda mensajes con el móvil pidiendo la dimisión de Zapatero y cuando alguno de sus sms sale en pantalla, se revuelve y aplaude alborozada como una niña. Jose rebaña con la cuchara el fondo del vaso de yogurt porque piensa que es ahí donde se concentran los bífidus que regulan su flora intestinal. Cuando termina el programa, Jose propone ver 'Frost contra Nixon', de la que se ha comprado una copia pirata en el top manta. Ana pregunta quién es Frost y Jose contesta que "el Buruaga de la época". Nixon es un tema sensible en casa de los Aznar, ya que es el único ex presidente norteamericano que supera a su amigo George W. Bush en cotas de impopularidad.

Michael Sheen interpreta a David Frost y José María Aznar...a Aznar.

Los Aznar se sientan en el sofá a ver la película esperando no ser interrumpidos por una llamada de su hija Anita anunciando un nuevo embarazo. Al principio se aburren y Ana se pregunta en voz alta si no han podido encontrar a un actor que se parezca más a Nixon físicamente. "Es que se ve claramente que no es él", repite, como si el objetivo de Ron Howard hubiera sido hacer un concurso de parecidos razonables con el ex presidente. Jose parece concentrado en la película que cuenta las cuatro entrevistas televisadas que David Frost mantuvo con Richard Nixon tras la vergonzosa salida de este de la Casa Blanca. La película se plantea como un duelo entre el periodista y el político. Aznar, no puede ser de otro modo, va con el político.

Nixon fue un mentiroso, un tramposo, un arrogante y un pesetero, de eso no cabe la menor duda. Lo sé yo y lo sabe todo el mundo. También lo sabían los norteamericanos que convirtieron su salida de la presidencia en una fiesta. Y también lo sabía su sucesor, Gerald Ford que, no obstante, le indultó de todos los cargos de los que era acusado evitando así su procesamiento (con gestos como ése es difícil creer en el sistema). David Frost intentó dar a los americanos el juicio que necesitaban, quiso decirle a Nixon a la cara lo que todo el mundo pensaba de él. Le reprochó Vietnam (una guerra que Nixon decía haber heredado) y Camboya, una guerra que sí se inventó y que ocasionó además de miles de muertos, el surgimiento de los Jemeres Rojos.

Jose y Ana se miran. "Tranquilo, esto no tiene nada que ver contigo", dice Ana. Nixon le pregunta a Frost que qué es lo que quiere de él y Frost le contesta que un simple "lo siento", un "me equivoqué", un "mentí y no debí hacerlo". Posiblemente eso bastaría para que el pueblo norteamericano se conformara. Ana no puede terminar de ver la película, descuelga el teléfono y le explica a alguien que el Partido Popular tiene que defender con mayor convicción la gestión de los años de su marido al frente del gobierno, "a ver si se van a creer que mi marido es como Nixon".

Me pregunto si algún día lo entenderán.

*Beta es la autora del blog 'Mi madre es idiota'.