Vicente dice es legalmente imposible dividir el trazado de la A-40 pero promete agilidad

Zaragoza.-  El consejero de Obras Públicas del Gobierno de Aragón, Alfonso Vicente, ha recalcado hoy que es legalmente imposible dividir el trazado de la autovía A-40 para ejecutar los tramos sin problemas medioambientales, pero se ha comprometido a presionar para que Fomento agilice la construcción de esta vía.

Vicente ha comparecido hoy ante la Comisión de Obras Públicas de las Cortes de Aragón, a petición del Grupo Popular, para informar sobre la forma en la que el Gobierno de Aragón va a liderar la defensa del proyecto de ejecución de la A-40 después de que el trazado completo recibiera el pasado mes de diciembre informe negativo de impacto ambiental.

Los grupos de la oposición plantean la posibilidad de ejecutar los tramos que no han recibido objeciones medioambientales por no atravesar zonas protegidas, pero el consejero ha insistido en que legalmente el trazado es único, y el informe medioambiental negativo lo es a todo el trayecto entre Teruel y Cuenca, por lo que no es posible dividirlo y seguir con la tramitación de los tramos menos conflictivos.

Vicente ha explicado que la solución que han encontrado las tres comunidades autónomas afectadas por esta nueva infraestructura ha sido, en un tiempo inusualmente corto, pactar un nuevo trazado medioambientalmente sostenible, que ya ha sido asumido por el Ministerio de Fomento, y presionar para agilizar los trámites.

En este sentido, se ha mostrado convencido de que será posible porque "no se parte de cero", ya que hay muchos tramos del trayecto propuesto que ya cuentan con informes y estudios previos que se van a poder "aprovechar".

Dividir la A-40 en tres o cuatro tramos, para poder comenzar pronto las obras, como piden los grupos de la oposición, supondría tres o cuatro tramitaciones administrativas completamente nuevas y distintas, toda vez que la vía está concebida desde el principio como una sola, y eso sí que alargaría los plazos, ha dicho Vicente.

El trazado pactado por Aragón, Valencia y Castilla-La Mancha, ha añadido, es "mucho más razonable" y cuenta con consenso, así como con el compromiso de las tres autonomías implicadas de agilizar los trámites todo lo posible y emitir con rapidez los informes medioambientales previos que les compete hacer, y a ser posible en un sentido positivo.

El diputado del PP Antonio Torres, sin embargo, ha considerado que sí que es posible ejecutar la autovía por tramos, porque así se hizo, por ejemplo, con la Mudéjar o con la Huesca-Lérida.

Otra de las propuestas del PP, ha recordado, es invocar al artículo 13 de la Ley de Impacto Ambiental que establece que cuando no hay acuerdo entre el Ministerio de Medio Ambiente y el de Fomento sobre la ejecución de una obra, la decisión última le corresponde tomarla al Consejo de Ministros.

Vicente ha negado estas discrepancias, y ha dicho que Fomento está "totalmente de acuerdo" con el informe de Medio Ambiente, al tiempo que ha rechazado, como ha sugerido Torres, que el proceso, al empezar de nuevo "desde cero", vaya a prolongarse durante otros cuatro o cinco años, y ha dicho que la tramitación administrativa del nuevo trazado propuesto por las comunidades autónomas podría durar sólo dos años.

Torres ha asegurado que esta afirmación es "básica y llanamente pretender engañar a los ciudadanos", toda vez que han pasado nueve desde que en el año 2000 se puso sobre la mesa por primera vez esta autovía.

Vicente ha reconocido que el tiempo ha sido "excesivo", pero también que el trabajo desarrollado durante estos años "no va a caer en saco roto" y va a permitir agilizar la construcción de la autovía con la única alternativa "viable, posibilista y real que existe".

Bizén Fuster, de CHA, también ha insistido en que sí que es posible ejecutar la A-40 por tramos, y que para ello "bastaría" con que Fomento así lo propusiese.

Mientras, el aragonesista Miguel Ferrer, alcalde de Teruel, ha recalcado que el PAR no está de acuerdo en empezar de cero, pero ha explicado que la propuesta de un nuevo trazado no supone iniciar todo desde el principio, sino que se vuelve a abrir el proceso de declaración ambiental y se retoma el proyecto aprovechando el trabajo ya hecho en los tramos que no tienen afecciones medioambientales.