Ecologistas y juristas piden medidas para paliar el ruido en Oviedo

Oviedo.-  La Coordinadora Ecologista de Asturias y la Asociación de Juristas contra el Ruido han pedido al Ayuntamiento de Oviedo que tome medidas para paliar el "grave problema de ruido que padece la ciudad".

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(EFE)

Imagen de una calle de Oviedo en obras. EFE/Archivo

En un comunicado, destaca que "de acuerdo a los datos facilitados por el Principado, el nivel sonoro medio diario de 70 decibelios supera ampliamente los valores admitidos en la legislación, que están fijados en 45 decibelios de diez de la noche a siete de la mañana y de 55 durante el día".

Añaden que de esta forma se superan "los 65 decibelios que es el nivel sonoro establecido por la Organización Mundial de la Salud como límite de tolerancia al ruido" e insisten en que con los datos de la Red de Estaciones de Control del Principado, "Oviedo estaría fuera de norma en materia acústica todos los días del año".

Para estas organizaciones "el control del ruido constituye una competencia municipal que la mayoría de los ayuntamientos asume con manifiesta desgana, postura a la que no es ajeno el de Oviedo" y recuerdan que "numerosas sentencias exigen a la Administración municipal acotar y poner fin a los problemas acústicos e incluso se les imputa responsabilidad por no evitar la lesión producida por terceros contaminadores acústicos".

En el caso de Oviedo, señalan que "la ordenanza municipal es excesivamente superficial, no contempla varias de las fuentes de ruido habituales ni medidas decididas para atajarlas, por lo que se debería redactar otra más acorde con las nuevas orientaciones legales en esta materia".

A juicio de ambas asociaciones "debería también extenderse la red de estaciones de control de la contaminación para abarcar todas las zonas del municipio y en particular las más pobladas y próximas a las zonas industriales y de tráfico más denso".

"También deberían adoptarse medidas urbanísticas y de ordenación del tráfico para intentar reducir el transporte privado y fomentar el público y el uso de la bicicleta, crear más zonas peatonales, imponer medidas limitadoras a las obras en la calle para mitigar el ruido y el polvo que levantan y apantallar las vías con más tráfico y las industrias más ruidosas, sobre todo con arbolado", apuntan.

Además, "ejercer eficientemente la labor de inspección de las industrias y actividades ruidosas, imponiendo sanciones a los incumplidores o incluso suspendiendo licencias en tanto no se adapten a la normativa".

Comentan que "el ruido debe considerarse como un contaminante medioambiental de primer orden con efectos nocivos importantes sobre la salud de la población y su calidad de vida".

Agregan que "su ubicuidad y difícil control hace que esté presente en prácticamente todos los ámbitos de la vida cotidiana y por tanto que se esté expuesto a sus efectos".

"Las alteraciones psicológicas, la distorsión del sueño, la pérdida de audición y el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias son los principales riesgos en adultos, y en los niños las alteraciones del sueño, los procesos respiratorios y la dificultad para el aprendizaje y el lenguaje son los principales problemas", advierten.