El mensajero: un chivo expiatorio para esta crisis económica

"Antes de empezar quiero hacer una reflexión sobre vuestro oficio. Tenéis un papel crucial. Ponéis en contexto los hechos y condicionáis las expectativas de los ciudadanos. Es más importante de lo que pensáis y tenéis que hacer un ejercicio de responsabilidad porque en un momento como éste la información tiene unas consecuencias más extremas que en otras situaciones". Con estas palabras comenzó esta semana el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, su intervención ante un nutrido grupo de periodistas económicos.

Leafar (Flickr)

No es el primero, y seguramente no será el último, que se ha acercado a los medios de comunicación a decirles cómo deben ejercer su trabajo en lo relativo a la crisis económica. En 'petit comité' más de un político o empresario ha inculpado a los reporteros de exagerar los orígenes y consecuencias de la casi más segura recesión mundial.

El caso más extremo ha ocurrido hace apenas diez días en el Reino Unido. Allí, cinco conocidos periodistas británicos fueron llamados a declarar ante el comité del Economía de la Cámara de los Comunes. Simon Jenkins del Guardian, Alex Brummer del Daily Mail, Robert Peston de la BBC, Lionel Barber del Financial Times y Jeff Randall de Sky tuvieron que dar explicaciones a los 'comunes' ingleses sobre su "implicación" en la crisis británica.

"La prensa no tiene ninguna culpa de lo ocurrido. Los medios, si cabe, no han informado lo suficiente sobre las actividades de los banqueros en los últimos cinco años, por eso ellos han incurrido en más delitos aún", contesta a soitu.es Tim Gosill, de la Unión de Periodistas Británicos. "La función de los reporteros económicos debe ser, en esencia, informar sobre lo que los banqueros, inversores, órganos reguladores y Gobierno saben pero tratan de esconder de todas formas", sentencia.

Esto es justamente lo que parece que han tratado de evitar desde el Parlamento británico. Dentro de las medidas para que esta crisis no se vuelva a repetir (en el Reino Unido la recesión se está viviendo con más intensidad que en España) el Comité de Economía se planteaba hace unos meses que los periodistas económicos actuaran con restricciones para evitar que sus informaciones sembraran el pánico entre inversores y consumidores.Pánico, miedo, pavor. Justamente lo que con sus palabras trataba de evitar el martes el secretario Ocaña y lo que, a su manera, propuso el pasado diciembre el regulador bursátil español (CNMV). Entonces, el regulador hizo público un borrador sobre "criterios de actuación para la gestión de noticias y rumores" sobre empresas en Bolsa. Básicamente, lo que la CNMV quería evitar es que los periodistas y los analistas hagan uso de la información privilegiada que pueden darles las empresas porque eso puede trastocar lo que vale una compañía en Bolsa.

Informar, sólo informar

¿Se debe regular la actividad periodística en tiempos de crisis? La presidenta de la Federación Española de Periodistas Españoles (FAPE), Magis Iglesias, cree rotundamente que no. Ni en crisis ni en no crisis. Iglesias resalta que "nuestra obligación es contar la verdad y contrastar las opiniones" y considera que detrás de todas estas actuaciones se esconde un intento de intervencionismo en los medios que en ningún caso se puede permitir. "Si hay un desplome en el precio de una acción hay un desplome y se tiene que contar tal cual, no pueden pretender que nos hagamos cómplices ahora", sentencia la presidenta de la FAPE.

Los periodistas que dieron la cara ante la Cámara de los Comunes (increíblemente lo tuvieron que hacer antes que los banqueros de las entidades que tuvieron que ser nacionalizadas y que el propio primer ministro británico, Gordon Brown) fueron tajantes en este sentido: "regular a la prensa no solucionará el problema. Habría que haber regulado a los bancos y las financieras porque nosotros no creamos la burbuja: sólo informamos sobre ella".

Desde la Unión de Periodistas Británicos creen que la única regulación que tiene que existir en la profesión es la impuesta por uno mismo. Gospill, que representa a una asociación en la que hay 37.000 periodistas británicos e irlandeses, opina que en ningún caso la prensa ha sido exagerada en sus reacciones. Algo que no acaba de compartir del todo Ángel Boixadós, presidente de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE). "Los medios sobrerreaccionamos, pero lo hacemos siempre, para lo bueno y para lo malo y cuando era para lo bueno no nos decían nada", asegura el periodista.

"No hice caer a Northern Rock"

El caso que abrió la caja de pandora sucedió en 2007. En septiembre de ese año, cuando la palabra crisis nos parecía más que lejana, el periodista de la BBC, Robert Peston, dio la noticia de que el banco británico Northern Rock había negociado un préstamo de emergencia del Banco de Inglaterra para conseguir mantenerse a flote. A la mañana siguiente miles de clientes del banco abarrotaban las entradas de las sucursales de la entidad financiera esperando sacar su dinero. Tras este suceso, algunas personas acusaron al periodista de provocar la primera retirada masiva de ahorros de un banco en 150 años.

"Es de cínicos que exijan un ejercicio de responsabilidad en los medios cuando son los propios políticos británicos y estadounidenses los que se han saltado cualquier tipo de responsabilidad a la hora de supervisar los mercados", explica Boixadós. "¿Qué ocurre entonces?, ¿no hay que hablar de Madoff para no alarmar a la población?", se pregunta el presidente de la APIE. Para Boixadós la única responsabilidad que tienen los periodistas es la de presentar una información veraz y que genere credibilidad en los lectores.

Mi fuente eres tú

El regulador bursátil español requirió a un periodista —el pasado septiembre— determinada información y documentación que demostrara que eran ciertas las informaciones publicadas por el periódico donde trabajaba. Además le exigió que revelara sus fuentes. En opinión del regulador su noticia pudo implicar manipulación de mercado en relación con las acciones de una empresa. La APIE puso el grito en el cielo. Según Boixadós "los periodistas no son objetos de supervisión ni están sujetos a los reguladores", sobre todo en relación a la identificación de sus fuentes.

Al respecto de las fuentes varios medios de comunicación británicos extraen una de las conversaciones de la extensa comparecencia de los periodistas ante la Cámara de los Comunes. En una de las ocasiones el parlamentario Michael Fallon intentó atacar al reportero Peston preguntándole si tenía alguna fuente dentro del departamento de Economía que le pudiera haber adelantado lo de Northern Rock. El periodista de la BBC, sonriente, contestó:

No te sorprenderá saber que del único tema del que me siento incómodo al hablar en publico es de mis fuentes. Después de muchos años he sacado bastante información de conversaciones privadas con un montón de gente, incluidos miembros de este comité. Uno de esos eres tú, por ejemplo.

Parece que al parlamentario británico, intentando matar al mensajero como en la antigua Grecia, le salió el tiro por la culata.

Para saber más

• Escucha los argumentos de los cinco periodistas en la BBC (en inglés).
• La responsabilidad de los periodistas también ha sido foco de atención en el caso 'Marta del Castillo'.