Se buscan más cuerpos, aunque se colapsen los cementerios

Dos días después del naufragio de una patera en aguas de Lanzarote, todavía continúan buscándose los cuerpos de algunos inmigrantes que viajaban en ella. El operativo, que coordina Esteban García a través del Consorcio de Emergencias de la isla, y que había finalizado este mediodía tras hallarse supuestamente el último cadáver, ha tenido que retomarse. Uno de los seis supervivientes ha declarado que en la patera viajaban 32 personas y no 28. Por el momento hay 22 fallecidos.

(EFE)

Miembros de Salvamento Marítimo trasladan uno de los cadáveres recuperados del agua.

Antes de que termine la semana, Esteban García cree que podrán ser enterradas las víctimas del naufragio, aunque para ello deberán ser localizados todos los cadáveres y dar por concluidas las labores de rescate.

Lo más seguro es que el entierro sea en España, en Lanzarote, porque "al tratarse de inmigrantes ilegales, sin documentación, va a ser imposible repatriarles", explican desde el Cabildo de Lanzarote. Será este organismo el encargado de pagar y realizar las labores, en colaboración con los Ayuntamientos de la isla. Pero de momento, mientras se investiga el caso, los 22 cadáveres están en manos de las autoridades judiciales.

"Primero deberán hacerles la autopsia para determinar la causa del fallecimiento e intentar identificarlos", explica Esteban, que asegura que hasta que no se realicen estas pruebas no se sabrá exactamente cuántos menores viajaban a bordo de la barcaza. Con el cuerpo localizado esta mañana, aparentemente de un joven de menos de 18 años, se estima que la cifra podría elevarse a 17.

Austeridad

Los entierros de inmigrantes ilegales se hacen normalmente en el municipio más cercano al fallecimiento, pero esta ocasión es especial. Esteban García explica que "ninguno de los siete ayuntamientos de Lanzarote está capacitado para hacer frente a una llegada masiva de tantos cadáveres". Por tanto, se va a proceder a un reparto de los cuerpos. Ésta es una situación excepcional. "Si se entierran todos en un solo cementerio se produciría un colapso", cuenta Esteban.

A los inmigrantes se les adjudican normalmente pequeños nichos a la entrada de los cementerios. Son tumbas muy austeras sin nombres que los identifiquen. No hay nada que les recuerde, ni siquiera una última ceremonia de homenaje. Cuentan desde el cabildo que "es complicado celebrarlas partiendo de la base de que no se conocen las identidades. Tampoco se conoce su religión". El día de su despedida sólo hace falta la presencia de alguien de la Administración que verifique que todo ha ido de la forma esperada.

Fallo en el SIVE

¿Se pudo haber evitado la tragedia? Ahora que todavía está reciente la duda asalta y Esteban García cree que hubiese sido muy difícil. "Es verdad que la Policía tenía localizada la patera pero entró en una zona muy rocosa y el mar estaba muy complicado", cuenta. Según el comunicado difundido por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, la patera volcó al chocar con un roca. Una vez dada la vuelta, "los cuerpos cayeron al interior del agua como plomos", dice Esteban, que incide en la dificultad del rescate debido a "la pesadez de los cuerpos encharcados y las malas condiciones de salud en las que venían".

García no le echa la culpa de una de las peores tragedias de los últimos diez años al fallo del SIVE (servicio de vigilancia exterior). "No es que sea un fallo, es una embarcación muy pequeña y muy difícil de localizar porque hay puntos negros", dice. Sin embargo para el presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, no es así. Para él, el SIVE "no ha funcionado nunca", ya que detecta un porcentaje muy bajo de las pateras y cayucos que llegan a las costas canarias.