La fotografía logra el equilibrio con la pintura en ARCO 2009

Madrid.-  La fotografía ha logrado integrarse plenamente en el mundo del arte, al mismo nivel que la pintura, hasta conseguir lo que los expertos llaman "el equilibrio" entre ambas técnicas, como prueba la última edición de ARCO, que ofrece un mosaico de nombres consagrados y emergentes, y de temáticas varias.

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(EFE)

Instalación de la artista Madeleine Berkhemer en la feria internacional de arte contemporáneo ARCO, que ayer abrió las puertas al público general después de haber dedicado exclusivamente a los profesionales sus dos primeras jornadas.

Inés López-Quesada, de la galería madrileña Travesía Cuatro, explica a Efe que "hace cinco años se produjo una revolución, que llenaba las ferias de arte de fotos y vídeos, pero ya ha concluido y ahora se ha estabilizado tras integrarse plenamente como un soporte más".

Los organizadores de ARCO hablan de la foto como de "uno de los segmentos más fuertes del mercado que resiste a la crisis con cifras menos alarmantes", y citan cómo ya existen récords de subasta donde una fotografía ha superado el millón de euros.

En ARCO 2009 ya no hay sólo galerías dedicadas en exclusiva a la fotografía, sino que casi todos los pabellones combinan las distintas técnicas tradicionales con la inclusión de alguna foto.

La italiana Laurina Paperina retrata personas a quienes cubre el rostro con caretas de artistas conocidos como Picasso o Gilbert & George, una fotógrafa cotizada en Italia.

El blanco y negro es utilizado por Helena Almeida para provocar inquietantes imágenes donde el cuerpo humano es utilizado como un elemento central.

La galería Espacio Mínimo es un ejemplo de esa conjunción de técnicas y de una fotografía con claras referencias pictóricas, como los peculiares bodegones de Miguel Ángel Gaueca; o las obras de Erwin Olaf, el fotógrafo holandés (30.000 euros la pieza) que ofrece una serie donde reinterpreta cuadros clásicos como "La dama del armiño" o "La cena de Emaús", con una técnica que convierte la foto en un especial híbrido.

"El coleccionista conservador prefiere adquirir una obra única como una pintura, pero los más jóvenes eligen la fotografía. El mercado está muy equilibrado", apuntan a Efe fuentes de la galería.

India, país invitado, es un ejemplo de cómo un mercado emergente como ése apuesta por la fotografía. Desde sus tradiciones, retratadas por Richard Bartholomew, casi siempre en blanco y negro, hasta artistas más arriesgados como "Shilpa Gupta", quien llama poderosamente la atención del visitante con tres grandes retratos de niñas.

Anay Mann presenta una de las series más llamativas, "The Red Room", compuesta por ocho obras que abordan sin tapujos la temática del sexo homo y heterosexual.

El indio Vivek Vilasini es el autor que más cantidad de gente atrae hasta su impactante "Ultima Cena. Gaza" (vendida en 19.700 euros), una composición que convierte un icono de la religión en una llamada de atención sobre la sociedad musulmana.

La galerista italiana Ida Pisani es una experta en fotografía y vídeo y presenta la obra de la performer guatemalteca Regina José Galindo, ganadora del León de Oro en la Bienal de Venecia 2005.

La artista, como es habitual en muchos casos, presenta conjuntamente el vídeo y las instantáneas recogidas de ese vídeo, como la angustiosa obra titulada "Reconocimiento de un cuerpo".

Otro nombre en alza, el español afincado en México Santiago Sierra, ofrece su último trabajo, "Anarquistas", donde retrata a unos nazarenos embutidos en negros capuchones, asistiendo de espaldas a misa.

"La crisis la notan los especuladores del mercado del arte, pero el artista de trayectoria lenta y segura, se mantienen, aunque se venden menos piezas porque hay menos dinero", añade Ida Pisani.

En un pequeño rincón mágico se esconden las fotos más caras de ARCO, obras de Man Ray, Dora Maar, Duchamp, Cartier Bresson o dos piezas de arte como una de las primeras fotografías de la historia, firmada por Edward Steichen en 1904, un desnudo de mujer valorado en 660.000 euros.

También, entre los clásicos, se encuentran Robert Mapplethorpe con seis fotos centradas en objetos varios para remarcar el contraste.