La Asociación de Lagareros pide que la cultura de la sidra sea patrimonio de la UNESCO

Oviedo.-  La Asociación de Lagareros de Asturias (ALA) solicitará que la cultura de la sidra forme parte del patrimonio protegido de la UNESCO, según ha anunciado su presidente, Jose María Osoro.

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(EFE)

El consejero de Medio Rural, Aurelio Martín. EFE/Archivo

El proyecto fue presentado ayer al consejero de Medio Rural, Aurelio Martín, quien mostró el apoyo de su Consejería y el del Gobierno de Asturias ante esta iniciativa que pretende obtener el reconocimiento y protección, no ya de la sidra como producto específico, sino de toda la cultura y tradiciones que la envuelven.

Osoro ha explicado hoy a Efe que éste es sólo uno de los objetivos de un proyecto más ambicioso que trata de incidir en el estudio y la historia de esta bebida, para lo que la asociación cuenta con la ayuda de Luis Benito García, historiador, investigador y docente de la Universidad de Oviedo.

García es buen conocedor del tema, en diciembre leyó su tesis, tras más de diez años de investigación, sobre "Sidra y manzana en Asturias: sociedad, producción y consumo de 1875 a 1936", ha escrito numerosos artículos y ha publicado varios libros sobre cultura y bebida.

El último de ellos, "Las representaciones de la sidra", ha ganado el "Premio Gourmand al mejor libro español sobre bebida" y aspira a ser elegido como el mejor del mundo.

El experto ha declarado hoy a Efe que su intención es "completar la historia de la sidra de forma seria, científica y rigurosa", para lo cual es preciso recabar información sobre dos periodos concretos, el espacio de tiempo que va del siglo XVIII a 1875 y el transcurrido de la Guerra Civil a la actualidad.

"La sidra merece un reconocimiento por ser parte de nuestro patrimonio etnográfico, inmaterial, natural e industrial" ha señalado García, que ha recordado que desde los tiempos de la República y mucho después de la Guerra Civil, esta bebida "sufrió un fuerte discurso condenatorio que la consideraba peor que el vino o la cerveza".

Todos estos datos provienen de las fuentes consultadas por el investigador, entre las que se encuentran topografías médicas, archivos, hemerotecas y fuentes literarias y visuales, y en ellas ha descubierto todo tipo de manifestaciones culturales relacionadas con la bebida típica asturiana, desde pinturas a historias pasando por canciones de tonada regional.

Estas razones han llevado a la Asociación de Lagareros a lanzar esta iniciativa en favor de la protección de la cultura de la sidra y a fomentar su investigación, centrándola en las ciencias sociales, la historia y las tradiciones de la región ya que, según palabras de su presidente, "es popular por acerbo cultural, ritos y costumbres y está fuertemente enraizada en Asturias".

Debido a la magnitud de la investigación que se llevará a acabo, Osoro ha puntualizado que la petición oficial de protección a la UNESCO se realizará una vez que hayan finalizado este trabajo, para lo que cuentan con la colaboración del Museo de la Sidra, y calculan que tendrá una duración de dos años.

La sidra, cuya edad de oro se sitúa, según García, entre 1875 y 1936, sufrió un importante parón tras la Guerra Civil debido al abandono de parte de los cultivos, a la situación de la industria y a la escasa producción y consumo, pero en los últimos años se ha revalorizado como producto natural y de calidad, y han aumentado tanto el consumo de la bebida como el interés por su cultura.