Euforia contenida en el Kadima por la victoria en los sondeos a pie de urna

Tel Aviv.-  Una euforia contenida inundaba el cuartel general del Kadima en Tel Aviv después de que los sondeos a pie de urna quitaran la razón a las encuestas previas para dar al partido de Tzipi Livni el triunfo en los comicios de hoy en Israel.

Apenas medio centenar de simpatizantes esperaba a las diez de la noche hora local (20:00 GMT) la difusión de esos sondeos -que dieron al centrista Kadima dos diputados más que al conservador Likud de Benjamin Netanyahu-, rodeados por el doble de periodistas.

Desde entonces, las buenas perspectivas han animado a los partidarios del Kadima y generado colas a la entrada del cuartel general, instalada en el Hotel David Intercontinental, cercano a la adyacente localidad de Yafa.

"Éste es un buen principio", aseguró con cautela Rumi Zonder-Kislev, integrante de la lista del Kadima, tras conocer el resultado de los sondeos.

Como ella, los presentes evitan dar rienda suelta a sus emociones, conscientes de que los datos definitivos no se conocerán hasta dentro de unas horas y sólo entonces podrán descorchar el champán.

Por ese mismo motivo no se espera la aparición de Livni en breve, pues un discurso triunfalista podría quedar ridículo a la mañana siguiente si el recuento de votos desmiente a los sondeos a pie de urna.

En cualquier caso, un paciente fan de la ministra de Exteriores espera con mirada ansiosa al lado de la puerta desde hace horas a quien podría convertirse en la próxima jefa de Gobierno de Israel para entregarle un gigantesco ramo de flores.

La presidenta del Parlamento, Dalia Itzik, no ha dudado en celebrar ya este "gran triunfo que nadie anticipó", y augurar que "Livni va a formar Gobierno".

Así lo espera también la joven Tana Yunger, quien no ocupa ningún cargo en el Kadima, pero ha querido apoyar a su partido favorito con su presencia entre globos, banderas y camisetas con el lema "Belivni" (un juego de palabras entre "creer" en inglés y Livni).

"Estoy muy feliz", dice.

"Creemos en Tzipi y sus formas. Es una mujer honesta que nos trae la esperanza en la paz. La hemos votado porque queremos una solución real al conflicto (con los palestinos)", afirma.

"Ahora lo importante es dejar fuera del nuevo Gobierno a (Avigdor) Lieberman", añade, en alusión al líder del ultraderechista Israel Beitenu que, sin embargo, se perfila, con catorce o quince diputados, como partido bisagra.

En la misma línea, Zonder-Kislev aboga por una eventual coalición con los laboristas y el Likud, que "si Bibi (nombre popular de Netanyahu) no aceptase, sería una bajeza".

El Kadima afrontaba hoy las segundas elecciones de su corta historia, tras su victoria en 2006 con el actual primer ministro, Ehud Olmert, al frente de la formación.

El partido fue creado en 2005 por el entonces primer ministro Ariel Sharón como una escisión del Likud ante la crisis interna que desencadenó la retirada israelí de Gaza de todos sus colonos y soldados.

Livni fue elegida candidata de su partido en elecciones primarias en septiembre de 2008, tras la dimisión de Olmert, acosado por escándalos de corrupción.